Sabemos que el desayuno es la comida más importante del día, pero lo que ignoramos acerca de él es que hay alimentos o malas costumbres que pueden aumentar nuestro peso considerablemente. Toma nota de lo siguiente y evita caer en estos 10 errores:
1. Tomar jugo de naranja. Podrías pensar que tomar un vaso de jugo de naranja es una excelente manera de empezar el día, pero al contrario es una gran bomba de azúcar. «Una porción saludable de un jugo de naranja es una naranja. Lo más recomendable es tomar un vaso de agua y comerse la naranja completa que te aportará vitaminas y fibra.
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2. Aportar demasiada energía al cuerpo. La granola y las barras de desayuno a menudo sirven como colación entre comidas, pero la mayoría de ellas tienen tantas calorías como un postre!. Las barras comerciales son básicamente como las galletas de avena pero con disfraz, pues tienen mucho más azúcar de lo necesario. Incluso un pan integral con mantequilla de maní es mejor que estos tentempiés o a veces «sustitutos» del desayuno.
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3. Tomar cócteles en el almuerzo. Muchas veces la gente suele desayunar una mimosa (champagne con jugo de naranja) o un Bloody Mary en el almuerzo. Recuerden la primera comida del día tiene que alimentarnos, y tomar alcohol es añadir al cuerpo un exceso de calorías, pues una onza de vodka en el Bloody Mary puede ofrecerte alrededor de 100 calorías.
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4. No hacer del desayuno una comida obligatoria. Aún si te despiertas con la sensación de saciedad en el estómago porque cenaste fuerte la noche anterior, debes de comer algo en la mañana. Las comidas pesadas en la tarde noche puede abrumar a tu sistema digestivo e incluso interferir en tu sueño reparador, así que no lo hagas muy seguido. Pero insistimos, aunque te sientas lleno por la mañana, recuerda que tu cuerpo no tiene alimento desde que te fuiste a la cama. Saltarse las comidas puede hacer que tu metabolismo se vuelva lento y almacenes grasa, así que come por lo menos un pan integral tostado y té caliente, o unas rodajas de manzana con yogur natural, pero sin grasa.
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5. Comer todo del buffet. Claro que puedes disfrutar de un gran desayuno, pero obviamente evitando los muffins, el jugo de frutas o cocteles. Mejor empieza con unos huevos con tocino, si es de pavo mejor, salmón, vegetales frescos y fruta, de un solo tipo, ya que la mezcla de varias te dará mayor cantidad de azúcar.
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6. Depender de las máquinas expendedoras para desayunar. Lo más decente que podrás encontrar en ellas (a excepción de las papas, barras, galletas, panecillos, donas) son un puñado de cacahuates, que aunque son altos en grasa y calorías por lo menos te darán un poco de proteína y fibra, lo que lo hará sentir satisfecho por más tiempo que una dona. Mejor ve a la tienda de conveniencia y compra un yogurt sin azúcar, palitos de queso o una fruta entera.
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7. No cuidar las porciones, pese a comer saludablemente. Comer en el desayuno proteínas bajas en grasa, frutas y verduras enteras, pan de grano entero o cereal es una gran manera de conseguir que tu cuerpo y mente estén preparados para las exigencias del día. Sin embargo, debes asegurarte de que el número de calorías que consumes en el desayuno se apegue a tus objetivos de consumo de calorías diarias.
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8. No estar preparado para cuando el hambre ataca. Si eres de los que suele andar a la carrera para llegar al trabajo y saltarte el desayuno, es mejor que comiences a abastecerte de alimentos saludables. La clave de la buena alimentación es que la planifiques a futuro. Tiene sentido mantener un cajón lleno de alimentos nutritivos y no azucarados.
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9. Tomar en exceso las nuevas modalidades de café. El consumo de esta bebida puede agregarte grandes cantidades de calorías por los ahora tan de moda «licuados de café» a los que se les agrega azúcar o caramelo, jarabe atomatizado, crema batida, entre otros y consumes uno o dos al día, contabilizarás muchas calorías. Resta el azúcar y la grasa poco a poco para que puedas disfrutar de otros alimentos durante el día, como una cerveza en la comida. Además no tienes que renunciar a la taza de café americano por la mañana, a menos que tengas sensibilidad a la cafeína o alguna condición médica que te la prohiba. El café puede ser una forma deliciosa y natural para mejorar el estado de ánimo y la función cerebral. Pero ojo: Si necesitas más de una taza o dos para ponerse en marcha en la mañana, es probable que no estés durmiendo bien.
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10. No saciarte de manera saludable. Los wafles, hotcakes, panqueques no son para el desayuno, especialmente cuando se acompañan todavía de jarabe azucarado. En su lugar, trata de comer un cereal de grano entero o pan tostado, y trata de conseguir un poco de proteína en forma de yogur bajo en grasa o sin grasa, carne magra o claras de huevo». Esto te saciará por más tiempo, ya que los cereales azucarados, pastas tostadas, bagels, y bollos de canela son tentadores, pero son susceptibles de causar un aumento en el azúcar en la sangre, seguido de un choque de baja energía y en consecuencia, un ataque de hambre a media mañana.
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Y por último recuerda este viejo refrán: «Desayuna como un rey, come como un príncipe y cena como un mendigo». Sólo así alcanzarás tus metas para mantenerte sano, saludable y en tu peso ideal.
Fuente: Shape.com