Se trata de 64 piezas dentales que fueron recuperadas en el rancho, mismas de las que es casi imposible obtener el ADN por el grado de calcinación.
Por Armando Ríos
Saltillo, 19 de marzo (Vanguardia).- A 11 años de la Masacre de Allende, la Fiscalía de Personas Desaparecidas de Coahuila dio a conocer que la tecnología no ha permitido que se logre identificar a las personas que fueron incineradas en el rancho “Los Garza”, donde decenas de personas habrían sido desaparecidas.
Esta matanza se dio entre el 18 y el 20 de marzo del 2011. Las investigaciones señalan que durante las últimas horas de la tarde del primer día, un grupo de al menos 50 personas a bordo de camionetas conducidas por miembros del Cártel de Los Zetas, llegó al poblado para un supuesto ajuste de cuentas.
Diversos informes realizados con declaraciones ministeriales y en la corte norteamericana, detallan que esto se originó a partir de la ruptura de tres hombres con el cártel que dirigían Miguel Ángel y Omar Treviño Morales, el “Z-40” y el “Z-42”, en 2011, tras haber extraído dinero y trasladado a Estados Unidos.
Los hombres que presuntamente huyeron, se volvieron testigos protegidos de la Administración para el Control de Drogas (DEA, por sus siglas en inglés), y el rancho de “Los Garza”, que era propiedad de los mismos, se convirtió en el infierno del poblado.
A este lugar fueron llevadas decenas de familias del poblado, pero también personas que fueron trasladadas en camiones desde Piedras Negras, según se relata en las declaraciones integradas en las averiguaciones previas.
A raíz de toda esta información, José Ángel Herrera, Fiscal de Personas Desaparecidas del Estado de Coahuila, dijo que hubo un operativo donde fueron asegurados indicios, entre ellos, material biológico, aunque hasta hoy queda la incógnita: quiénes son esas personas.
Se trata de 64 piezas dentales que fueron recuperadas en el rancho, mismas de las que es casi imposible obtener el ADN por el grado de calcinación.
Además de estos indicios, el Fiscal de Desaparecidos dijo que tienen al menos dos toneles que contienen indicios de los que también se pueden obtener muestras de ADN, y para ello, ya se ha solicitado la operación del Centro Regional de Identificación Forense.
Además, el Fiscal Herrera dijo que la última de las detenciones se registró el pasado 4 de marzo. Esta persona cometió delitos de gravedad en el Estado; su captura se logró luego de que cumplió una condena federal.
Esta persona, que fue miembro del crimen organizado, podría aportar más datos, al ser señalada como autor material. A dicha persona se le dictó formal prisión por secuestro agravado; fue trasladado desde un penal federal en Oaxaca.