El período de repago de cada desembolso es de 10 años, con un plazo de gracia de cuatro años y medio, lo que implica comenzar a pagar la deuda a partir de 2026 y hasta 2034.
Por Almudena Calatrava y Débora Rey
BUENOS AIRES, 17 de marzo (AP).- El Senado argentino dio luz verde al Gobierno de Alberto Fernández para refinanciar una deuda de unos 45 mil millones de dólares con el FMI y evitar un cese de pagos.
El denominado “Acuerdo de Facilidades Extendidas”, firmado con el Fondo Monetario Internacional hace algunos días, alcanzó el rango de ley el jueves con 56 votos a favor, 13 en contra y tres abstenciones. La iniciativa ya había sido aprobada por la Cámara de Diputados hace una semana.
De esta forma el país sudamericano evita sumar un nuevo cese de pagos a su ya larga historia de incumplimientos, pero al costo de una fractura tal vez insalvable entre el presidente Fernández y su Vicepresidenta y exmandataria Cristina Fernández de Kirchner, quien ha cuestionado los términos de la negociación con el FMI.
Como evidencia de esta disputa, el oficialista Frente de Todos votó fracturado en el Congreso, por lo que fue vital el apoyo de la principal fuerza opositora, la coalición de centro-derecha Juntos por el Cambio, bajo el argumento de que un default provocaría males mayores.
El Congreso habilitó la refinanciación de una deuda suscrita en 2018 durante el Gobierno del Presidente conservador Mauricio Macri (2015-2019) en medio de una crisis monetaria y que, según sus críticos, no ayudó a mejorar la situación económica del país. El nuevo acuerdo supone reemplazar el plan de pagos original —en el cual Argentina enfrentaba pesados vencimientos en 2022 y 2023— por un Programa de Facilidades Extendidas: El país recibirá desembolsos del FMI para hacer frente a sus obligaciones durante dos años y medio, y a cambio deberá someterse a revisiones trimestrales por parte del organismo.
El período de repago de cada desembolso es de 10 años, con un plazo de gracia de cuatro años y medio, lo que implica comenzar a pagar la deuda a partir de 2026 y hasta 2034.
“Es una deuda que nosotros no hubiésemos tomado. Escucho ideas que plantean que hacer frente a las obligaciones que la Argentina tomó va a significar ajustes. ¿Dónde están los ajustes?”, se preguntó el presidente Fernández durante un acto oficial más temprano. “Ajuste deberíamos haber hecho si hubiéramos caído en default. Ahí sí no teníamos ninguna salida y ninguna escapatoria”, añadió el mandatario en referencia a los cuestionamientos que ha recibido por el acuerdo, sobre todo desde el seno del oficialismo.
En su condición de titular del Senado, la vicepresidenta y exmandataria Fernández de Kirchner (2007-2015) abrió la sesión de debate. La dirigente centroizquierdista es muy crítica con el FMI y encabeza el sector dentro del oficialismo que ha resistido el nuevo acuerdo. Como señal de ese rechazo, la dirigente se ausentó en el momento de la votación.
El debate en el Senado transcurrió bajo fuertes medidas de seguridad en las inmediaciones del Parlamento, donde grupos de izquierda y organizaciones sociales se manifestaron en rechazo al FMI, al que responsabilizan de los males que padece el país desde hace décadas.
Nora Cortiñas, una de las líderes de las Madres de Plaza Mayo –emblemática organización de defensa de los derechos humanos fundada durante la última dictadura militar (1976-1983) para denunciar la desaparición de disidentes–, advirtió: “Nos dicen que no va a haber ajuste y ya el ajuste vino, que no va a subir esto, no va subir aquello, y todos los días sube (de precio). ¿Cómo puede ser que se digan tantas mentiras de cara al pueblo?… Dentro de un tiempo vamos a estar en el fondo del pozo”.
La dirigente social tomó la palabra durante la manifestación, y propuso que de la misma forma en que las Madres dejaban carteles con rostros de sus hijos desaparecidos en asientos de vehículos de transporte colectivo y trenes subterráneos durante la dictadura, “vamos a tener que hacer lo mismo con estos individuos (los legisladores). Hay que hacer papelitos y dejarlos en el colectivo: ‘Este es un traidor a la patria y al pueblo’”.
Durante el tratamiento de la iniciativa en la Cámara de Diputados la semana pasada, varios manifestantes provocaron destrozos, como la rotura de las ventanas del despacho de la vicepresidenta y de un legislador oficialista. Fernández de Kirchner lamentó ser víctima del ataque, teniendo en cuenta su postura crítica hacia el FMI, y afirmó que fue planificado, sin señalar a nadie en particular. El jueves no hubo incidentes.
Tras la aprobación del Congreso argentino, el directorio del Fondo deberá ratificar el acuerdo.
El portavoz del FMI, Gerry Rice, no dio precisiones el jueves sobre cuándo sería eso, aunque se estima que no demoraría. Rice también indicó a periodistas que “un amplio apoyo” político y social en Argentina será fundamental para el éxito del programa económico consensuado con el país en el marco del pacto.
Dicho programa busca, entre otras cosas, reducir la inflación, lo que será una “tarea desafiante” a la luz del escenario de guerra en Ucrania y el aumento del precio de las materias primas, señaló el vocero. La inflación en Argentina en febrero fue de 4.7 por ciento respecto del mes anterior y del 52.3 por ciento anual.