De hecho, el precio de la tinta de impresora no es nada económico y, si se quiere, puede resultar ofensivo compararlo con otros productos considerados de lujo, los cuales resultan más económicos que algo tan esencial como la tinta.
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Ciudad de México, 08 mayo (SinEmbargo/TICbeat).- Un litro de tinta de impresora es más caro que el mejor vino del mundo, la gasolina o el perfume más exclusivo del planeta. ¿Por qué? En muchos segmentos del mundo tecnológico se dice que el gran beneficio no proviene de la venta de equipos sino de su mantenimiento y los servicios asociados a su uso.
Es el caso de Apple (que está reduciendo el coste de sus iPhone para llegar a más público), Amazon (que llegó incluso a vender dispositivos sin beneficios a cambio de tenerlos sujetos a sus apps de contenidos) o, como en el caso que nos ocupa, los fabricantes de impresoras.
Y es que, ¿quién no se ha sorprendido al comprobar que cambiar todos los cartuchos de su impresora equivalía o incluso salía más caro que comprar un equipo nuevo? Los consumibles de impresión son uno de los mayores quebraderos de cabeza de la actualidad para muchos usuarios finales, especialmente empresas y autónomos, que ven como gran parte de sus ingresos se van en forma de oro líquido.
De hecho, el precio de la tinta de impresora no es nada económico y, si se quiere, puede resultar ofensivo compararlo con otros productos considerados de lujo, los cuales resultan más económicos que algo tan esencial como la tinta. En ese sentido, un cartucho original rara vez baja de los 13 euros (ascendiendo incluso a 40-60 euros, en función del modelo de dispositivo y la capacidad del mismo) y en su interior alberga en torno a 5 ml de líquido. Multiplicando esa cifra obtenemos que el litro de tinta de impresión vale nada menos que 2 mil 600 euros. Y estas cuentas están a la baja: en determinados casos el precio puede ascender a más de 4 mil euros por litro.
Dicho de otro modo, un litro de tinta es infinitamente más caro que un litro de gasolina, uno de los bienes más preciados de nuestra sociedad, que apenas supera el euro por litro. Incluso un litro del reputado vino Vega Sicilia nos saldría más económico (900 euros por litro). El blog Astinta.es llega incluso a comparar el precio de la tinta de impresión con el del perfume Channel nº5, cuyo litro se cotiza a mil 285 euros, menos de la mitad de lo que vale nuestra amada tinta de impresión.
¿DE DÓNDE SALE ESTE PRECIO DE LA TINTA DE LA IMPRESORA?
Las tintas que se emplean habitualmente no tienen nada de excepcional, ya que son tintas de coloración con base de disolvente que cualquiera podemos adquirir en el mercado a precios asequibles. Por ende, donde radica el incremento de precio tan sustancial como para convertir a los cartuchos en un bien tan preciado es en todo el proceso de innovación y desarrollo que se ha llevado a cabo en la propia tecnología de impresión, los soportes y la calidad de la misma. En ese sentido, las compañías de impresión invierten grandes sumas de dinero en investigar fórmulas para que los cartuchos duren más, la calidad de los documentos sea mayor y que las impresoras fallen menos y duren más años.
Todo ese esfuerzo, que compañías como Epson sitúan en torno al 6 por ciento de su facturación que va dirigida a I+D, se plasma en patentes que deben ser amortizadas para que a los científicos les resulte rentable desarrollar mejores tecnologías de impresión. Eso repercute directamente en el precio final a pagar por el consumidor, algo que no sucede cuando los usuarios optan por cartuchos falsos o compatibles, donde sólo pagan por el proceso de fabricación de la tinta pero no apoyan esta labor de innovación que subyace detrás.
Para tratar de competir contra estos fabricantes de cartuchos no oficiales y con el fin de reducir el coste final de la tinta de impresión para el usuario pero sin dejar de apoyar la innovación de las grandes marcas, estas últimas han comenzado a ofrecer cartuchos XL, soportes del mismo tamaño, funcionalidades y fiabilidad de los de toda la vida pero con más volumen de tinta.
A pesar de ser una apuesta que beneficia claramente a los consumidores, también ha habido muchas voces que se han preguntado la razón por la que hasta ahora, y pese al alto precio de la tinta para impresoras, los cartuchos iban medio vacíos. ¿La respuesta? Realmente no estaban vacíos sino que, de nuevo, la innovación por la que se están pagando estos altos precios ha permitido concentrar más cantidad de tinta en el mismo espacio.