Hoy se celebra el Día Mundial de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja en conmemoración del nacimiento de su fundador Henry Dunant, el 8 de mayo de 1828. En la actualidad este movimiento internacional agrupa 187 sociedades nacionales en todo el mundo.
Ciudad de México, 8 de mayo (SinEmbargo).- El Comité Internacional de la Cruz Roja se reunió por primera vez en febrero de 1863, en Ginebra, Suiza. Entre sus cinco miembros estaba el suizo Henry Dunant, quien un año antes había publicado un libro con el cual hizo campaña, Recuerdo de Solferino, en el que hacía un llamamiento para mejorar la asistencia a los soldados heridos en tiempo de guerra.
En México, los esfuerzos por establecer una Cruz Roja Mexicana empezaron en 1898, cuando la asociación español solicitó al gobierno mexicano información acerca de las relaciones entre las instituciones y las asociaciones de asistencia pública con las unidades de sanidad militar, sin embargo, fue hasta 1907 que el presidente Porfirio Díaz Mori expidió un decreto por el cual México se adhiere la Convención de Ginebra de 1864 para el mejoramiento de la suerte de los heridos y enfermos de los ejércitos en campaña.
La primera brigada de auxilio con el emblema de la Cruz Roja en México participó en la tromba de agosto de 1909 que afectó a la mitad de la población de Monterrey, Nuevo León, y mediante el cual obtuvieron reconocimiento oficial del Gobierno mexicano y posteriormente, en 1912, del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR).
LOS 7 PRINCIPIOS FUNDAMENTALES
Proclamados en Viena en 1965, los siete Principios Fundamentales crean un vínculo de unión entre las Sociedades Nacionales de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja, el Comité Internacional de la Cruz Roja y la Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja. Los Principios Fundamentales garantizan la continuidad del Movimiento de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja y su labor humanitaria.
Humanidad
El Movimiento de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja, al que ha dado nacimiento la preocupación de prestar auxilio, sin discriminación, a todos los heridos en los campos de batalla, se esfuerza, bajo su aspecto internacional y nacional, en prevenir y aliviar el sufrimiento de los hombres en todas las circunstancias. Tiende a proteger la vida y la salud, así como a hacer respetar a la persona humana. Favorece la comprensión mutua, la amistad, la cooperación y una paz duradera entre todos los pueblos.
Imparcialidad
No hace ninguna distinción de nacionalidad, raza, religión, condición social ni credo político. Se dedica únicamente a socorrer a los individuos en proporción con los sufrimientos, remediando sus necesidades y dando prioridad a las más urgentes.
Neutralidad
Con el fin de conservar la confianza de todos, el Movimiento se abstiene de tomar parte en las hostilidades y, en todo tiempo, en las controversias de orden político, racial, religioso o ideológico.
Independencia
El Movimiento es independiente. Auxiliares de los poderes públicos en sus actividades humanitarias y sometidas a las leyes que rigen los países respectivos, las Sociedades Nacionales deben, sin embargo, conservar una autonomía que les permita actuar siempre de acuerdo con los principios del Movimiento.
Voluntariado
Es un Movimiento de socorro voluntario y de carácter desinteresado.
Unidad
En cada país sólo puede existir una sociedad de La Cruz Roja o de La Media Luna Roja. Debe ser accesible a todos y extender su acción humanitaria a la totalidad del territorio.
Universalidad
El Movimiento Internacional de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja, en cuyo seno todas las sociedades tienen los mismos derechos y el deber de ayudarse mutuamente, es universal.
¿QUÉ SIGNIFICAN LOS SÍMBOLOS?
El primer emblema fue creado en 1864. En ese año, los gobiernos presentes en la conferencia diplomática que aprobó el Primer Convenio de Ginebra decidieron que era necesario adoptar un símbolo neutral claro para proteger al personal médico y las unidades sanitarias en los campos de batalla. Eligieron una cruz roja sobre fondo blanco: una imagen invertida de la bandera de Suiza, potencia neutral. El símbolo resultante tenía la ventaja de que era fácil de realizar y de reconocer a la distancia, gracias a sus colores contrastantes.
En los años siguientes, varias organizaciones nacionales de socorro adoptaron el nombre de “sociedades de la cruz roja”, estableciendo así el uso del emblema a título indicativo.
La intención original de la conferencia de 1864 era crear un signo de protección universal, neutral y distintivo que todos pudieran utilizar y reconocer. Pero una década más tarde, durante la guerra entre Rusia y Turquía, el Imperio Otomano adoptó la media luna roja como símbolo de protección, aunque sin dejar de reconocer y respetar la cruz roja. Persia también empezó a utilizar su propio símbolo y, en 1929, los gobiernos reconocieron formalmente los tres emblemas.
La situación permaneció invariable hasta 1980, cuando Irán abandonó el antiguo símbolo persa –el león y el sol rojos– y adoptó la media luna roja. En la década de 1990 surgieron dudas acerca de la neutralidad de la cruz roja y la media luna roja en ciertos conflictos de carácter complejo, de modo que en 1992, el entonces presidente del CICR propuso que se creara un emblema adicional que careciese de toda connotación nacional, política o religiosa. Así fue que en 2005, los gobiernos adoptaron un tercer símbolo protector, el cristal rojo.