México, 7 Nov (Notimex).- La diputada Karina Sánchez Ruiz solicitó que las autoridades del sector salud presenten un informe sobre la situación que guardan las áreas de ginecología, tanto en el sector público como privado, ya que la tasa de mortalidad materna continúa siendo un problema de salud pública.
En entrevista, la legisladora de Nueva Alianza señaló que los estados con mayor número de defunciones maternas son el Estado de México, Distrito Federal, Chiapas, Veracruz y Oaxaca.
Señaló que de acuerdo con cifras del Observatorio de Mortalidad Materna, institución orientada a generar acciones y promover la rendición de cuentas en lo que se refiere a políticas públicas, presupuestos, programas y estrategias en materia de protección a la salud materna.
La secretaría de la Comisión de Derechos Humanos en la Cámara de Diputados detallo que México ocupa el cuarto lugar a nivel mundial del uso de la práctica de cesárea sin que sean necesarias.
En su opinón, esta práctica refleja violencia obstétrica, más cuando se aplican fármacos innecesarios, hay maltrato verbal y físico, además de negar información de personal de los hospitales.
Además, explicó que México se comprometió a reducir la mortalidad materna en tres cuartas partes entre 1990 y 2015, lo que significaría que para 2015 disminuiría la Razón de Mortalidad Materna (RMM) a 22 muertes maternas por cada 100 mil nacidos vivos.
La representante de Nueva Alianza agregó que datos del Observatorio de Mortalidad Materna advierten que en lo que va de 2015, la tasa que se presenta es de 31.7 defunciones por cada 100 mil nacimientos, situación que evidencia el incumplimiento de la meta.
Por ello, es importante fortalecer la ley para que mujeres y bebés no sigan sumándose a la tasa de mortalidad, crear mecanismos de vigilancia para que personal médico realice su trabajo de manera profesional y con apego a los Derechos Humanos, además de asegurar la infraestructura hospitalaria necesaria para dar servicios de calidad.
Sánchez Ruiz puntualizó que el sistema nacional de salud tiene grandes retos que cumplir para que la negligencia médica y la violencia obstétrica se eliminen completamente, garantizando los derechos de las mujeres.