Ginebra, 31 oct (EFE).- En los conflictos armados de hoy se están violando las normas de humanidad más fundamentales y a un nivel que raramente se veía en el pasado, advirtieron hoy la ONU y el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR).
Ambas organizaciones son las más importantes- en términos de capacidad y presencia- en cuanto a la ayuda que brindan a las víctimas de la guerra en numerosos países, entre ellos Afganistán, Siria, Irak, Sudán del Sur, Nigeria y Yemen.
«Raramente antes hemos sido testigos de tanta gente que se desplaza, de tanta inestabilidad y de tanto sufrimiento», dijeron en un comunicado conjunto los responsables de ambas organizaciones, tras reunirse en Ginebra.
En una comparecencia de prensa posterior, el secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-moon, y el presidente del CICR, Peter Maurer, denunciaron los ataques constantes contra instalaciones y personal médico que prestan atención en lugares de conflicto.
Según la ONU, desde el pasado marzo 39 centros médicos fueron blanco de ataques, el último de ellos esta semana en Yemen contra un hospital de Médicos Sin Fronteras.
«El personal sanitario está siendo asesinado a niveles sin precedentes (…) los ataques contra hospitales son una realidad que observamos a diario o al menos cada semana en la mayoría de situaciones de conflicto en las que estamos presentes», comentó Maurer.
Ambos líderes pidieron a los países que están involucrados en tales situaciones que faciliten investigaciones independientes que puedan dar con los responsables y sancionarlos.
Maurer dijo que es urgente que los Estados reafirmen su compromiso de respetar el Derecho internacional humanitario, que regula y establece límites a lo que se puede hacer en una guerra, los medios que se pueden usar y los que no, y, sobre todo, establece reglas para proteger a los civiles.
«El Derecho internacional humanitario establece límites porque sin límites la guerra no tiene fin y si la guerra no tiene fin, el sufrimiento nunca acaba», señaló Maurer.
En un hecho sin precedentes, la ONU y el CICR emitieron una declaración conjunta en la que piden a los Estados que utilicen todos los medios a su alcance para influir en las partes beligerantes en los conflictos de distintas partes del mundo a favor del respeto de las normas internacionales.
Ello incluye detener el uso de armamento pesado en área pobladas.
Asimismo, pidieron que se proteja a los desplazados internos y refugiados de la guerra y que se les ayuda a encontrar soluciones a largo plazo.