El Primer Ministro chino, Li Keqiang, señaló que la ONU también es «un buen camino» para encontrar una salida y prometió mayor ayuda humanitaria para los países de la región que reciben a millones de refugiados.

Durante la visita, compañías chinas y alemanas firmaron además una serie de acuerdos comerciales por valor de casi 20 mil millones de euros (22 mil millones de dólares).

El más destacado fue la entrega por parte de Airbus de 130 aviones a un precio de lista de 17 mil millones de dólares (unos 15 mil 400 millones de euros). El monto de los acuerdos sorprendió a los analistas porque no se esperaban en principio convenios de gran envergadura.

Airbus venderá 100 modelos A320 y 30 del A330 en «uno de los mayores encargos que ha hecho China hasta ahora» a la firma, indicó a dpa un portavoz de la compañía.

Otros de los acuerdos incluyen un «joint venture» entre las bolsas de Fráncfort y Shanghai y una cooperación estratégica entre la compañía de maquinaria VOITH, que venderá turbinas a la China Three Gorges Corporation, que está construyendo la gigantesca presa de las Tres Gargantas en el río Yangtsé.

En el centro de las conversaciones entre Li y Merkel estuvo la guerra en Siria, que está provocando el mayor desplazamiento de población desde la Segunda Guerra Mundial.

En una conferencia de prensa conjunta, Li se mostró «profundamente preocupado» por la huida de los refugiados a Alemania y Europa y dijo que hace falta una solución más urgentemente que nunca. Sin embargo, también subrayó que está convencido de que la comunidad internacional, la Unión Europea y Alemania, si actúan juntos, pueden hacer frente a la crisis.

China participa en la cumbre sobre Siria que se celebra este viernes en Viena.

Por su parte, Merkel señaló que da la bienvenida a la aparición de «nuevos formatos para las negociaciones», en alusión probablemente tanto a la inclusión de China como la de Irán. De hecho destacó que el modelo podrían ser las negociaciones nucleares con Teherán, en las que Pekín tuvo un papel muy constructivo.

«Cuanto antes podamos ayudar a los sirios, mejor. Si consideramos los 300 mil muertos y millones de refugiados, el tiempo apremia», indicó. «Apoyamos una solución diplomática y política».

Li dijo que para devolver la estabilidad a países en crisis como Afganistán es necesario avanzar en el desarrollo social y económico local. Hay que combatir la pobreza y en eso China puede ayudar.

Merkel y Li acordaron profundizar la cooperación económica y declararon 2016 como el «Año del Intercambio Juvenil». Asimismo, participarán en un proyecto de la Federación Alemana de Fútbol (DFB) para promover la formación de jóvenes entrenadores en 20.000 escuelas chinas. También sellaron un acuerdo sobre seguridad en Internet y renuncia al espionaje económico.

El viernes, la canciller viajará con Li a Hefei, en la provincia oriental de Anhui, donde se entrevistará con una familia local, visitará una escuela y participará en un encuentro con líderes empresariales chinos y alemanes. Es la primera vez que Li invita a un líder extranjero a su provincia natal.

China y Alemania tienen profundos lazos diplomáticos y económicos. La Cámara de Comercio Alemana aseguró que el intercambio entre ambos países llegó a un récord en 2014.

La visita de Merkel llega una semana después de que el presidente chino, Xi Jinping, viajara a Reino Unido, donde anunció que las relaciones entre ambos países alcanzarán «un nuevo apogeo».