«Se ha iniciado una investigación penal contra el expresidente Ion Iliescu, quien ha sido informado de las acusaciones de crimen contra la Humanidad», señaló a Efe un portavoz de la Fiscalía de la Corte de Suprema de Rumanía.

La Fiscalía acusa al expresidente de haber pedido ayuda a unos 20 mil mineros, que fueron trasladados por las autoridades a Bucarest, para sofocar las protestas contra el Gobierno de transición que paralizaron la capital en junio de 1990, medio año después del derrocamiento del dictador comunista Nicoale Ceausescu.

«La represión violenta de la manifestación organizada en la Plaza de la Universidad causó cuatro muertes y unos mil heridos, tres de ellos por disparos», explicó esa fuente de la Fiscalía.

Iliescu, que ha negado repetidamente las acusaciones, se negó hoy a contestar las preguntas de los periodistas que lo esperaban a la salida de la sede de la Fiscalía donde fue informado en persona de la imputación.

La Fiscalía anunció el pasado marzo la reapertura del caso después de que la Corte Europea de Derechos Humanos condenara en septiembre de 2014 a Rumanía por considerar que aquellos sucesos no se investigaron de forma adecuada.

La Justicia rumana absolvió en 2008 a Iliescu de cargos por asesinato, al señalar que no se habían hallado evidencias de que Iliescu hubiera tenido un papel en la muerte de las cuatro personas que murieron en los enfrentamientos entre los mineros y los manifestantes que protestaban por su ascenso al poder.

El entonces presidente Iliescu agradeció a los mineros haber «salvado la democracia» ante las protestas de estudiantes, los intelectuales, la prensa independiente y los partidos políticos de la oposición.

Iliescu fue miembro del aparato comunista en tiempos de Nicolae Ceausescu. Tras su caída, fundó el Partido Socialdemócrata y fue presidente de Rumanía entre 1990 y 1996 y entre 2000 y 2004. EFE