Bogotá, 14 oct (EFE).- El Movimiento de Víctimas de Crímenes de Estado de Colombia (Movice) propuso hoy que las instituciones emprendan una profunda depuración que permita el «desmonte efectivo» de los nexos que, asegura el colectivo, mantienen las autoridades con los paramilitares y así frenar su actividad.
En el documento «Estructuras Criminales al Interior del Estado Colombiano», presentado en Bogotá, Movice, que agrupa a más de 200 organizaciones de víctimas y de derechos humanos, sostuvo que ante la próxima llegada de la paz las instituciones deben separarse de lo que consideran una relación duradera con el paramilitarismo.
«Hasta ahora el Gobierno ha dicho que (los paramilitares) han sido grupos al margen de la ley que han logrado penetrar al Estado, y lo que nosotros hemos dicho es que ha sido claramente una estrategia del Estado involucrar civiles en la guerra, utilizar medios de terror, hacer acciones que no queden registradas oficialmente», dijo a Efe Camilo Villa, portavoz nacional de Movice.
Villa consideró que para acabar con el paramilitarismo «hay que cambiar la forma en la que se entiende» y para eso, sostiene, hay que comprender que la presunta conexión entre Estado y paramilitares «ha sido tan profunda que en muchos casos debe involucrar a toda la dirección de la fuerza publica por acción o por omisión».
«En tiempos de los años 90, donde se hicieron dos, tres masacres por semana, donde se estaban asesinando candidatos presidenciales, es imposible que no haya una responsabilidad política por parte de los altos mandos militares», destacó.
Para evitar que resurja el paramilitarismo y poder consolidar la paz, Movice propone «depurar las instituciones y prácticas institucionales del Estado desde el nivel local hasta el nivel nacional», lo que incluye a los poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial y a las Fuerzas Armadas.
En este sentido, el colectivo considera factible que la Policía deje de depender del Ministerio de Defensa y que pase al de Interior para que quede sometido al poder civil, y que el grupo antidisturbios de ese cuerpo sea desmontado «por su responsabilidad en decenas de asesinatos y actos de tortura», entre otros.
«Esa es una de las ideas realistas que se han hecho en muchos otros países, que es privilegiar el poder civil a los poderes militares», comentó Villa.
Junto a estas propuestas, Movice denunció que entre agosto de 2013 y julio de 2014 los integrantes del movimiento han recibido 168 agresiones, 50 de las cuales se registraron en el primer semestre de este año.
Además, en los primeros seis meses de 2015 «tres integrantes del movimiento fueron asesinados».
Las agresiones, en su mayoría amenazas, provienen de bandas criminales de origen paramilitar como Los Rastrojos, Urabeños, Águilas Negras, La Empresa, Antirrestitución de Tierras y los autodenominados «Amigos del Pueblo», indicó Movice.
