México, 9 Feb. (Notimex).- En México la población está en riesgo de contaminarse de parásitos intestinales, debido a que desarrolla su principal actividad y consume alimentos al aire libre, restaurantes y fondas, señaló el doctor Alejandro Amado De León.
En entrevista con Notimex, el médico general con maestría en Administración de Sistemas de la Salud en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) reveló que 70 por ciento de la población en México se ha detectado que puede tener algún problema de parasitosis intestinal, es decir siete de cada 10 personas.
“El ciento por ciento de la población está en riesgo de ser contaminada por algún microorganismo porque todos comemos algo en la calle o a veces no se tiene la debida higiene con los alimentos y la vía de entrada de estos parásitos es la boca. Todo aquel que coma, casi por definición, está expuesto en algún momento de su vida”, dijo.
El especialista del Colegio Nacional de Médicos Generales y Familiares explicó que los parásitos que afectan a los humanos se alimentan de la sangre y de los nutrientes que se consumen en los alimentos, y de no atenderse producen anemia, desconcentración y afectaciones graves en otros órganos como cerebro, hígado y pulmones.
Indicó que las personas que están más expuestas son las que comen en la calle, ya sea en restaurantes, fondas, comida rápida o al aire libre, y los niños menores de tres años, pues todo se comen o se meten a la boca.
Explicó que hay dos grandes grupos de parásitos que afectan al ser humano: los protozoarios, entre los que destacan la amiba, y los gusanos (helmintos), entre los que resaltan las lombrices y solitarias, que son las más famosas y grandes, porque pueden llegar a medir metros.
Agregó que aunque cada uno tiene síntomas específicos hay datos generales que se pueden confundir con otras causas o se pasan por alto al no ser tan graves y “la gente piensa que algo que comió le cayó mal”.
Los síntomas recurrentes son la presencia de gases, periodos de diarrea o de estreñimiento, inflación abdominal, cansancio y falta de concentración, los dos últimos se deben al robo de nutrientes que hacen estos parásitos.
Advirtió que “si no se toman en cuenta estos síntomas o no se considera que podemos tener parasitosis se puede desarrollar anemia”, y en particular en los niños bajo peso se detiene el crecimiento y desarrollo.
Además falta de concentración para la escuela y en los adultos en su trabajo, y esta situación es crónica, pero si estos bichos se salen del tracto digestivo y viajan a través de la sangre a otros órganos se tendrán problemas muy graves de salud, expuso.
“Los tres órganos con mayor frecuencia afectados y donde se pueden alojar es el hígado, el cerebro y los pulmones, y en cada uno de estos casos la calidad de vida del paciente se ve muy deteriorada y es muy triste, y además se eleva el costo de tratamiento ya que muchos tienen que ser hospitalizados”, comentó.
La mejor manera es prevenir, por lo que el Sistema Nacional de Salud hace campaña de desparasitación dos o tres veces al año, como lo recomienda la Organización Mundial de la Salud (OMS), y se debe hacer en toda la familia.
Amado de León detalló que se deben usar medicamentos que contengan sustancias activas que ataquen a estos grupos de parásitos intestinales como son secnidazol, tinidazol, metronidazol y diyodohidroxiquinoleína.
Señaló que la basura también es un foco de contagio de parásitos, ya que en muchas ocasiones se tiran heces fecales en los pañales sucios y los baños públicos pueden estar contaminados con estos microorganismos.
Por ello, dijo, también se deben tomar precauciones y lavarse las manos luego de ir al baño porque pueden quedar los huevecillos en la mano.
También, continuó, estar expuestos a depósitos a cielo abierto de basura como ocurre en la ciudad de México, donde hay más de mil en camellones y en esquinas de las calles de las colonias.
“En estos montones de basura vamos a encontrar de todo y heces fecales también. Las heces fecales se vuelven polvo y son transportadas por el viento, y esto se deposita en los alimentos que se venden al aire libre, por lo que ya hay recomendaciones del Gobierno del Distrito Federal que no se consuman, pues se eleva el riesgo de parasitosis intestinal”, indicó.
Descartó que las heces fecales de los perros representen un riesgo de contagio por parásitos que afectan a estos animales, pues explicó que el contagio es de humano a humano, aunque es conveniente recoger las de las mascotas y también desparasitarlas para la salud del animal, ya que tienen un manejo independiente.
“Se han visto algunos casos de contagio de animales a humano, pero lo natural es de humano a humano, que es donde está el verdadero problema, y representa un problema de salud pública en el país”, expresó.
El médico hizo recomendaciones para prevenir la parasitosis como es que no se consuma agua ni alimentos contaminados y debe evitarse comer los que se preparan al aire libre.
También hervir o clorar el agua, o bien preferir la embotellada; lavar y desinfectar frutas y verduras, y cocer o freír bien los alimentos, especialmente la carne de cerdo; así como preparar los alimentos sobre superficies limpias.
Es importante lavarse las manos antes de comer y preparar alimentos y después de ir al baño o cambiar el pañal a un bebé, así que se deben asear las uñas minuciosamente, precisó.
Destacó que cuando una persona tiene infección por parásitos nunca debe preparar ni servir alimentos, no se debe caminar descalzo y vigilar que los niños pequeños no coman tierra.
Agregó que se debe lavar la ropa de cama e interior con agua caliente; mantener el sanitario limpio y desinfectado; y debido a que el contagio es relativamente fácil es recomendable tomar un antihelmíntico cada tres o cuatro meses para desparasitarse, y esto deben hacerlo todos los integrantes de una casa.