Ciudad de México, 11 de agosto, (SinEmbargo).– Los buitres están entre los grupos de aves más amenazados en todo el mundo, y los africanos están desapareciendo a un ritmo alarmante. De acuerdo con un estudio publicado el mes pasado en Conservation Letters, las poblaciones de ocho especies de estos animales han disminuido en un promedio un 62 por ciento en los últimos 30 años y, de éstas, siete se han reducido un 80 por ciento o más durante el mismo ciclo.
El estudio fue liderado por Darcy Ogada, subdirectora de Programas Africanos para Peregrine Fund –que protege aves de rapiña–, y por otros representantes del Grupo de Especialistas de Buitre de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN). El mismo, constituye la primera evaluación completa del estado de conservación de estas ocho especies de aves y concluye con que su población presenta tal nivel de descenso que siete de ellas ya cumplen o superan el umbral para las especies que se califican «En Peligro Crítico» y una más en la categoría «En peligro de extinción».
Hasta antes de este estudio, la UICN clasificaba a tres de estas aves como «Vulnerables», cuatro «En peligro de extinción» y una más no estaba considerada dentro de la lista roja de la organización, que enlista a los animales de acuerdo con su nivel de amenaza.
Al revisar las principales amenazas para los buitres africanos los investigadores identificaron: 1. Envenenamiento, incluyendo asesinato intencional y no intencional: Los buitres son aves carroñeras, y suelen comer carne que ha sido envenenada intencionalmente por cazadores furtivos para evitar su detención o bien por cadáveres de animales destinados a matar a depredadores de ganado. 2. Comercio en la medicina tradicional: en algunas zonas se cree que los buitres tienen atribuciones que les permiten curar una serie de enfermedades físicas y mentales 3. Los matan para consumo humano, 4. Infraestructura eléctrica: las aves mueren electrocutadas en tendidos eléctricos o aplastados por turbinas de viento.
Otros factores de amenaza de acuerdo con el estudio son «los efectos interrelacionados con cambios en el hábitat, la disponibilidad de alimentos, y la perturbación humana». Tan sólo el envenenamiento y el comercio para medicina tradicional constituyen el 90 por ciento de las muertes reportadas de los buitres en las últimas décadas.
De acuerdo con National Geographic (que también donó fondos para esta investigación), si el ritmo de desaparición de los buitres no se reduce, estos podrían quedar extintos en África en los próximos 50 o 100 años, lo que tendría un impacto ecológico devastador dado que «los países africanos en desarrollo [en los que habitan] dejan que la naturaleza se haga cargo de los cadáveres potencialmente dañinos».
David Allan, curador de aves en el Museo de Ciencias Naturales de Durban, explica al medio que el hecho de que los buitres desaparecieran significaría un grave problema de salud pública, como sucede en la India, donde las poblaciones de buitres han colapsado más de 96 por ciento desde la década de 1990 y «al interrumpirse la limpieza desde el aire, perros ferales –jaurías de perros callejeros– tomaron la función de carroñeros; y al estallar la población de perros, lo mismo ocurrió con enfermedades como la rabia: de las 55 mil muertes anuales de rabia registradas en todo el mundo, 20 mil ocurren en India.
«El costo para la salud pública fue enorme: según Allan, se estima que el gasto para atención médica en India creció 34 mil millones de dólares entre 1993 y 2006».
Ante la posibilidad de la repetición en algún grado de esta situación, los científicos que realizaron el estudio recomendaron a los gobiernos nacionales africanos «promulgar con urgencia y hacer cumplir la legislación para regular estrictamente la venta y el uso de pesticidas y venenos, para eliminar el comercio ilegal de partes del cuerpo de buitre, como alimento o medicina, y para reducir al mínimo la mortalidad causada por las líneas eléctricas y turbinas de viento».
Los ocho tipos de buitres africanos evaluados por los investigadores: