Ciudad de México, 8 de julio (SinEmbargo).– Mosquitos, garrapatas, moscas, pulgas y hasta algunos caracoles marinos son considerados por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como agentes transmisores de enfermedades. Estos animales, debido a que suelen alimentarse de sangre, ingieren microorganismos patógenos que posteriormente introducen en el organismo de otras personas al momento de la picadura.
De acuerdo con esta organización, más de un millón de personas mueren al año por causa de enfermedades transmitidas por estos organismos, llamados “vectores”. Sin embargo, de entre todos ellos, el mosquito es un insecto que resalta por su capacidad de transmitir infecciones graves y frecuentes.
En el mundo hay aproximadamente tres mil 500 especies de mosquitos agrupadas en 41 géneros, según el Centro para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC por su siglas en inglés). Pero únicamente tres géneros de mosquitos (Aedes, Anopheles y Culex) son las responsables de transmitir un total de ocho enfermedades alrededor del mundo, sobre todo en zonas tropicales y subtropicales que cuentan con sistemas de salud precarios o ineficaces y malas medidas preventivas.
El proceso de transmisión parte de que las hembras de estas especies «pican» para obtener proteínas de la sangre que le ayudarán a desarrollar sus huevos. De este modo, pueden entrar en contacto con animales o humanos portadores de distintos virus o parásitos, y así, en la próxima picadura pasarán el agente patógeno a través de las glándulas salivales del insecto. Este tipo de mosquitos viven entre 10 y 15 días en ambiente naturales, pero en condiciones propicias, aún urbanas, pueden llegar a tener vida hasta por un mes.
GÉNERO AEDES
Este género engloba cerca de 700 subgéneros, y algunas de estas transmiten el dengue, la fiebre del Valle de Rift, la fiebre amarilla y el Chikungunya, todas mortales, con excepción de la última. Se trata de un tipo de mosquito considerado una de las 100 especies exóticas invasoras más dañinas del mundo de acuerdo con el Programa Mundial sobre Especies Invasoras. Y se caracterizan por tener bandas blancas o patrones de escamas en sus patas y tórax. En México, son transmisores de las enfermedades del Dengue y el Chinkunguya.
GÉNERO ANOPHELES
Existen aproximadamente 430 especies de este género, de las cuáles 30 o 40 son vectores de la malaria o paludismo en la naturaleza. Debido a que los mosquitos «anofelinos» se encuentran en todo el mundo (con excepción de la Antártida), zonas en las que la malaria ha sido eliminada podrían sufrir la reintroducción de la enfermedad. La malaria puede causar la muerte de no tratarse durante las primeras 24 horas. Aunque los casos de defunciones se han reducido, la enfermedad aún está presente en 21 países de América, incluido México, que aún se encuentra en proceso de eliminación de la misma. Además, más de 145 millones de personas están en riesgo de contraerla en el continente de acuerdo con la Organización Panamericana de la Salud (PAHO).
GÉNERO CULEX
Este tipo de mosquito es portador de la encefalitis japonesa, filariasis linfática y la fiebre del Nilo Occidental. Son animales de cuerpo alargado, patas oscuras y abdomen marrón. De las enfermedades que transmiten, la filariasis linfática o elefantismo, termina por dejar a una persona en discapacidad, y la fiebre del Nilo Occidental es mortal.
Aunque es cierto que los mosquitos son los transmisores de estas enfermedades no contagiosas entre humanos, los «asesinos» no resultan ser los mosquitos. Factores comunes entre los lugares que habitan la mayoría de las personas que mueren a causa de enfermedades transmitidas por estos animales son la pobreza y una situación precaria de prevención y atención a la salud aún cuando la OMS indica que «varias de estas enfermedades son prevenibles mediante medidas de protección fundamentadas».
«En los últimos años, la globalización de los desplazamientos y el comercio, la urbanización no planificada y los problemas medioambientales, entre ellos el cambio climático, están influyendo considerablemente en la transmisión de enfermedades», agrega.
Por otro lado, también resalta que «el acceso a servicios de agua y saneamiento es un factor importante para el control y la eliminación de estas enfermedades».