Londres, 28 ene (EFE).- La Policía británica aún busca a los exagentes rusos Andréi Lugovói y Dmitri Kovtun por el asesinato en 2006 en Londres de su antiguo colega Alexander Litvinenko, aseguró hoy el inspector encargado del caso, Craig Mascall.
Según Scotland Yard, Litvinenko ingirió el veneno al tomar el té durante una cita con Lugovói y Kovtun el 1 de noviembre en el hotel Millennium de la capital británica.
«Es una investigación criminal aún abierta», afirmó el inspector detective Mascall, miembro de la unidad contra el terrorismo de la Policía Metropolitana de Londres (MET, Scotland Yard).
«Hay dos personas buscadas por el asesinato del señor Litvinenko y son el señor Lugovói y Kovtun», dijo el policía, quien asumió el caso dos días antes de la muerte a los 43 años del exagente del KGB.
Scotland Yard designó como sospechosos a Lugovói, ahora diputado en Rusia, y Kovtun en 2007, pero ellos rechazan los cargos y el Estado ruso se niega a extraditarles.
Durante la audiencia de hoy, también declaró el médico forense del Ministerio del Interior británico que se ocupó de la autopsia, Nathaniel Cary, quien opinó que ese estudio fue quizás «el más peligroso acometido en el mundo occidental».
Cary explicó que los expertos tuvieron que ponerse trajes especiales para protegerse de la radiactividad que emanaba del cuerpo del exespía, quien fue enterrado en una tumba especial en el cementerio de Highgate, en el norte de Londres.
El forense puntualizó que Litvinenko, que perdió todo el pelo en sus últimos días de vida, presentaba signos de fallo multiorgánico como resultado de envenenamiento agudo por radiación.
La causa de la muerte fue síndrome por radiación aguda, precisó el patólogo.
«Parece que Litvinenko ingirió una gran cantidad de polonio-210 alrededor del 1 de noviembre de 2006, principalmente o totalmente, vía oral, más que por inhalación», relató.
Añadió que era el primer caso de «radiación alfa» en el Reino Unido.
En su argumentación, Ben Emmerson -abogado de la viuda, Marina Litvinenko- explicó que Lugovói concedió ayer una entrevista a la televisión rusa en la jornada de apertura de la investigación pública en Londres.
En esa entrevista, el exagente opinó que el Gobierno británico ha autorizado las pesquisas, después de su negativa inicial, al enfriarse las relaciones con Rusia por la crisis en Ucrania.
Según Emmerson, también dijo que «no le importaba en absoluto» lo que sucediera en el Reino Unido en relación con esta investigación.
Al iniciar ayer la primera sesión, el juez Robert Owen aseguró que la muerte de Litvinenko plantea cuestiones «de extrema gravedad», incluida la posible participación del Estado ruso.
El abogado de la acusación, Robin Tam, indicó que el exespía del KGB -crítico con el régimen de Vladímir Putin y que estaba exiliado en el Reino Unido desde el año 2000- colaboraba con el servicio de espionaje británico MI6 y con la inteligencia española.
Emmerson expuso, por su parte, su teoría de que Livinenko fue asesinado como acto de «venganza política», para disuadir a otros y también para evitar que declarara «en un proceso criminal en España» que hubiera sacado a la luz supuestamente los lazos de Putin con el crimen organizado.
La investigación judicial pública iniciada ayer fue autorizada por el Gobierno de David Cameron en julio de 2014, ocho años después del suceso, tras las presiones de Marina Litvinenko, que ganó una batalla legal para forzar su celebración. EFE