Ciudad de México, 20 de enero (SinEmbargo).- La falta de ejercicio puede ser el doble de letal que la obesidad para los seres humanos, pero una caminata diaria de 20 minutos puede bastar para evitar una muerte prematura, hasta en un 30 por ciento, según un nuevo estudio realizado por científicos de la Universidad de Cambridge.
Con un seguimiento a lo largo de 12 años a 334 mil hombres y mujeres de 10 países europeos, a quienes se les monitoreó la estatura, peso, circunferencia de la cintura y niveles de actividad física, los expertos concluyeron que este último factor era el que hacía una mayor diferencia en el riesgo de muerte prematura, con una reducción del 7.35 por ciento a lo largo del estudio, en comparación con el 3.66 por ciento de ventaja que daba tener niveles de Índice de Masa Corporal por debajo de la obesidad.
«Es un mensaje simple: sólo una pequeña cantidad de actividad física diaria puede tener sustanciosos beneficios a la salud para la gente que es físicamente inactiva», dijo a The Telegraph el profesor Ulf Ekelund, autor principal del estudio y profesor en la Unidad de Epidemiología de la Universidad.
Estas mejoras se vieron en personas con peso normal, con sobrepeso y obesas, por lo que el investigador dijo que estiman que terminar con la inactividad física en la población «reduciría hasta el doble de muertes que si se erradicara la obesidad».
En el estudio publicado en la revista American Journal of Clinical Nutrition los expertos anotaron que con un ejercicio leve que queme entre 90 y 110 calorías se puede reducir el riesgo de muerte prematura entre un 16 y un 30 por ciento.
No obstante, el doctor David Katz, director del Centro de Prevención e Investigación de la Universidad de Yale, hizo énfasis en declaraciones a MedLine, en que ambos factores están directamente relacionados. «No se trata de retos dispares, dado que la actividad física que lleva a estar en forma también es un modo de evitar la gordura», dijo.
De las personas analizadas un 22.7 por ciento se consideraron inactivas, al llevar empleos sedentarios y sin ningún otro ejercicio recreativo y fue con ellas, en comparativa con los grupos moderadamente activos en donde se encontró el mayor porcentaje de reducción de riesgos, considerando también que las personas con un peso normal fueron las que mayores ventajas encontraron.
Según datos dados por el documento, en Europa se calcularon alrededor de 337 mil muertes relacionadas con la obesidad en 2008, del total de 9.2 millones de fallecimientos, pero, a la inactividad física se le atribuyeron 676 mil.
El co-autor del estudio, Nick Wareham, mencionó la importancia de este estudio para evitar tal cantidad de muertes, «ayudar a las personas a bajar de peso puede ser un verdadero reto, y al mismo tiempo debemos tener como objetivo la reducción de los niveles de obesidad en la población, intervenciones de salud pública que animan a la gente para hacer pequeños pero alcanzables cambios en la actividad física pueden tener beneficios significativos para la salud y pueden ser más fáciles de lograr y mantener «, dijo a The Telegraph.
Por su parte, June Davidson, enfermera en la Fundación Británica del Corazón aceptó la importancia de estos hallazgos, pues al menos un modesto incremento en la actividad física puede dar beneficios a la salud, «los adultos deben tratar de hacer al menos 150 minutos de actividad de intensidad moderada por semana, llevarlo a cabo en sesiones de 10 minutos o más. Ya sea dar una caminata, dar un paseo en bicicleta o usar las escaleras en vez del ascensor, mantenerse activo todos los días, ayudará a reducir el riesgo de desarrollar una enfermedad coronaria».
Entre los beneficios del ejercicio aeróbico además está la activación del sistema inmunológico del cuerpo, mejor funcionamiento mental, aumento en la energía, el fortalecimiento de los músculos y huesos, así como la reducción del riesgo de padecer enfermedades crónicas como las del corazón, cáncer y diabetes.