La firma detalló que su calificación bajó debido a que existen «tendencias económicas y fiscales que Moody’s prevé seguirán mermando de manera gradual, pero persistente, el perfil crediticio de México alineándolo con el de países calificados en Baa2”.
Ciudad de México, 12 de julio (SinEmbargo).– La calificadora Moody’s cambió este martes su calificación de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) desde «Baa1» hacia «Baa2», así como su perspectiva de negativa a estable.
Además, el lunes bajó la nota de Petróleos Mexicanos (Pemex) de Ba3 a B1, con una perspectiva «estable», lo cual significa que la empresa estatal está en un terreno de alta especulación.
«Desde que comenzó el conflicto militar en Ucrania a finales de febrero, los precios del gas han subido reflejando la incertidumbre en torno a la seguridad energética mundial y elevó los costos operativos de CFE. El escenario de referencia de Moody’s asume precios más altos del gas natural muy por encima de los precios históricos en 2022, mejorando a medida que las interrupciones del suministro se reduzcan gradualmente en 2023″, dijo la agencia.
Moody’s detalló que la compañía tiene la flexibilidad de ajustar las tarifas a grandes industrias y comercios, pero esto no mitiga por completo las pérdidas por presiones continuas de costos debido a los topes tarifarios y los subsidios vigentes para los clientes cautivos.
La calificadora también bajó las calificaciones para el Gobierno de México el pasado viernes, así como las calificaciones sénior no garantizadas de largo plazo a Baa2 desde Baa1 y una perspectiva de negativa hacia estable.
“La baja de las calificaciones está asociada a tendencias económicas y fiscales que Moody’s prevé seguirán mermando de manera gradual, pero persistente, el perfil crediticio de México alineándolo con el de países calificados en Baa2”, explicó.
La firma explicó que será difícil que se puedan revertir los efector de la pandemia de COVID-19 sobre la actividad económica, por lo que hay una brecha persistente entre el nivel del PIB proyectado para los próximos años y el que hubiera tenido si se hubiera mantenido la tendencia que tenía antes de la emergencia sanitaria.
“Si bien es cierto que el manejo fiscal ha dado lugar a un incremento moderado de deuda del Gobierno, la carga de intereses ha sido consistentemente mayor que la de pares con calificaciones Baa, y lo más probable es que aumente aún más debido al incremento de las tasas de interés”, detalló Moody’s.