Sídney (Australia), 23 dic (EFE).- El primer ministro de Australia, Tony Abbott, dijo hoy que el servicio de inteligencia ha detectado un aumento de la actividad de supuestos simpatizantes de los yihadistas desde el secuestro en una cafetería en Sídney, por lo que mantienen el nivel de alerta nacional ante un posible atentado.
«En este nivel, un ataque es posible. No sabemos cuándo ni cómo, pero sabemos que hay persona con la intención y la capacidad para perpetrar más ataques», indicó el gobernante en rueda de prensa tras reunirse con el Comité de Seguridad Nacional, según la radio local ABC.
«Haremos todo lo que esté en nuestro poder para protegeros», prometió Abbott a la población, al tiempo que insistía en la importancia de mantener la calma y proseguir la vida con normalidad.
Las declaraciones del primer ministro de Australia surgen después de que un clérigo musulmán de origen iraní secuestrase a 17 personas en una cafetería del centro de Sídney, el 15 de diciembre.
El secuestro acabó el mismo día con la intervención de los cuerpos de seguridad y la muerte del secuestrador y dos rehenes.
Familiares, amigos, autoridades y personalidades celebraron hoy una despedida en la iglesia de St. Stephen de Sídney a las víctimas del secuestro: la abogada Katrina Dawson, madre de tres hijos, y el trabajador Tori Johnson.
Johnson se ha convertido en un héroe inesperado para los australianos porque se enfrentó al secuestrador e intentó arrebatarle la pistola.
El autor de secuestro fue Man Haron Monis, un radical iraní con un historial de violencia que llegó en 1996 a Australia, donde le fue concedido asilo político y cambió su nombre original, Manteghi Bourjerdi, por el actual y adoptó el apelativo de jeque Haron.
Monis, nacido en 1962, era conocido por enviar cartas insultantes a los familiares de los soldados australianos muertos en Afganistán, y estaba acusado de abusos sexuales y de ser cómplice en la muerte de su exesposa. EFE