Quito, 8 ene (EFE).- Familiares, allegados y ciudadanos recordaron hoy la desaparición hace 24 años de los hermanos colombianos Santiago y Andrés Restrepo Arismendi en Ecuador, donde se mantienen abierta la investigación para determinar los responsables del hecho.
Uno de los actos del día se centró en la Plaza de la Independencia, en el centro histórico de Quito, donde jóvenes scouts y alumnos del colegio donde estudiaban los menores se reunieron con el padre y hermana de las víctimas, Pedro y María Fernanda Restrepo, respectivamente, para expresarles su apoyo.
Pedro Restrepo, quien no ha cesado en su lucha por encontrar la verdad sobre sus hijos desde su desaparición y quien durante años ha protagonizado plantones en la Plaza de la Independencia, aseguró hoy que jamás ha renunciado a sus niños, a sus sonrisas, a saber qué ocurrió con ellos ni a «poderlos enterrar cristianamente».
Añadió que este ha sido un «crimen que siempre se ha mantenido en la sombra, que siempre ha sido negado por los autores, que son la policía».
María Fernanda Restrepo aseguró que tienen «activa la memoria y el recuerdo».
«Nunca más va a suceder un crimen atroz como estos, nunca más lo vamos a permitir», apuntó frente al palacio de Gobierno, en la Plaza de la Independencia, donde también hubo una «vigilia silenciosa» en honor a los Restrepo.
El presidente de Ecuador, Rafael Correa, reiteró ayer su solidaridad con la familia de los hermanos Restrepo, desaparecidos en 1988 tras ser detenidos por la Policía e insistió en que continuarán la búsqueda de sus cuerpos.
«Mañana se cumple un aniversario triste, trágico, vergonzoso para el país», dijo en referencia a este 8 de enero, cuando se cumplen 24 años desde que desaparecieron los hermanos Restrepo.
Envió un «abrazo solidario» a la familia de los jóvenes colombianos desaparecidos y ratificó que su Gobierno seguirá «haciendo todo lo necesario para que se esclarezca este crimen de Estado».
«Que se esclarezca significa encontrar o al menos saber dónde reposan los cuerpos de esos dos niños, adolescentes, criminalmente muertos en manos de quienes debían protegerlos», dijo Correa.
Los jóvenes desaparecieron el 8 de enero de 1988 y, según investigaciones posteriores, presuntamente fueron encarcelados sin fundamento legal, torturados y asesinados por agentes de la Policía ecuatoriana.
En octubre pasado, el presidente de Ecuador ordenó reactivar las investigaciones de la desaparición de los hermanos Restrepo.
«Hay gran malestar dentro de ciertos estamentos de la Policía por la reapertura del caso Restrepo, lo sentimos mucho, pero nosotros no daremos marcha atrás», dijo entonces Correa.
El jefe de Estado subrayó que seguirán con la investigación «pese a quien le pese».
En un primer momento, se sospechó que los hermanos Restrepo fueron arrojados a la laguna del Yambo, pero nuevas versiones señalan que los cadáveres podrían estar enterrados en una fosa común de un cementerio de Quito.
El caso volvió a la actualidad después de la presentación del documental «Con mi corazón en Yambo», de María Fernanda Restrepo, cineasta, periodista y hermana de los de jóvenes detenidos y desaparecidos.
El caso ha sido juzgado como un crimen de Estado, ocurrido durante el Gobierno del presidente conservador León Febres Cordero (1984-1988), ya fallecido.
El Gobierno actual ha asegurado que el caso se cerrará sólo cuando se encuentren las osamentas de los hermanos colombianos y se determine los culpables, e incluso ha puesto en marcha un sistema de recompensas para quien dé indicios certeros del paradero de los jóvenes Restrepo.
Tras ver el documental en octubre, Correa señaló que no escatimarán esfuerzos en las investigaciones: «Si tenemos que vaciar Yambo para encontrar los cuerpos de Andrés y Santiago, la vaciaremos, lo que sea necesario». EFE