Colectivo a favor del peyote sigue los pasos de la mariguana: reclama a la SCJN legalización

Las ceremonias, que duran todo un fin de semana de trance producto de la ingesta del peyote masticado o en infusión, se efectúan en un “teepe” (tienda de los nativos americanos) y en un “inipi” o “temazcal”.

Planta ritual y milenaria de los indígenas huicholes, convertida en atracción para algunos turistas que llegan a México. Foto: Cuartoscuro.

Peyote, planta ritual y milenaria de los indígenas huicholes, convertida en atracción para turistas que llegan a México. Foto: Cuartoscuro.

Por Raúl Cortés

México, 11 nov (EFE).- Planta ritual y milenaria de los indígenas huicholes, convertida en atracción para algunos turistas que llegan a México, el peyote va tras la senda legal abierta por la mariguana a partir de un recurso presentado por un colectivo que lo maneja en sus prácticas espirituales pero rechaza su uso recreativo.

“Somos un grupo de personas que queremos que se nos reconozcan ciertos derechos englobados dentro de la libertad de culto y de conciencia”, afirmó hoy en una entrevista con Efe la representante jurídica de la Iglesia Nativa Americana de México, Cynthia Espínola.

Esta asociación religiosa, a la que la Secretaría de Gobernación (Segob, Ministerio del Interior) le ha negado el registro como tal, es precisamente noticia por la reciente decisión de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) de analizar el amparo que presentó contra esa decisión.

Justo el día en que el tribunal fallaba a favor del uso de la mariguana para fines recreativos en beneficio de cuatro ciudadanos, el 4 de noviembre, también anunciaba que asumía competencias sobre el recurso presentado por la INAM, aunque es probable que no analice el tema hasta 2016, admite Espínola.

Como en el caso de la mariguana, en torno a la cual se ha abierto un debate inédito en México, los miembros de ese grupo esperan que la SCJN considere que la Ley General de Salud afecta al derecho al libre desarrollo de la personalidad y autodeterminación frente al consumo del peyote.

Cuestiona concretamente la constitucionalidad de un artículo de esa ley que clasifica al psicotrópico mescalina, el principal alcaloide del peyote, como sustancia sin valor terapéutico, susceptible de abuso y grave problema para la salud pública.

La lucha de este colectivo comenzó en realidad en 1994 con una primera solicitud fallida ante la Segob para obtener su registro y poder hacer un uso ritual de la planta. La dependencia, que tiene registradas 8 mil 311 asociaciones religiosas en el país, rechazó una segunda solicitud de la agrupación en 2010.

Tras agotarse todas las instancias judiciales, en 2014 el reclamo llegó a la SCJN.

Según Espínola, de 41 años y abogada de profesión, en el país “hay más de 5 mil personas que profesan este rito”, incluidos individuos “de todos los estratos sociales”, aunque “mucha gente no lo quiere hacer público”.

Peyote. Foto: EFE

Peyote. Foto: EFE

La INAM organiza rituales en parajes naturales como La Huasteca (zona serrana del norte del país), que son públicos y sólo cuestan unos 300 pesos (20 dólares) para gastos logísticos.

Las ceremonias, que duran todo un fin de semana de trance producto de la ingesta de la planta masticada o en infusión, se efectúan en un “teepe” (tienda de los nativos americanos) y en un “inipi” o “temazcal” (baño de vapor con cedro y salvia).

El peyote, una cactácea que tiene “sabor ácido” aunque “difícil de describir”, detalla Espínola, no se comercializa como otras drogas.

En mayo pasado fueron detenidos un sacerdote indígena y su aprendiz en el aeropuerto de Guadalajara (Jalisco) con la planta por narcotráfico, lo que derivó en denuncias de organismos de derechos humanos.

Espínola, maestra en Estudios Internacionales por la Universidad Pompeu Fabra de Barcelona (España), remarca que la base espiritual de la INAM proviene de grupos ancestrales como los coahuiltecos, los otomíes, los mexicas y sobre todo del pueblo wixárika (huichol), que vive en los estados de Jalisco, Nayarit, Durango y Zacatecas.

Con el peyote, que también se consume en San Luis Potosí, donde está la famosa localidad de Real de Catorce (destino de turistas extranjeros con ganas de emociones fuertes), estos colectivos hacían “rituales de sanación y curación” desde “tiempos inmemoriales”, explica.

La abogada, asesora de la Secretaría Académica del Instituto Nacional de Ciencias Penales, se inició hace cinco años en ese campo tras compartir con un novio la experiencia de subir una montaña y permanecer cuatro días sin beber ni comer, “no como un sacrificio sino como un encuentro con el espíritu”, aclara.

“Como dice el pueblo wixárika, es tu espíritu el que te habla a través de una planta; te ayuda a curarte en grados muy profundos en ésta y otras vidas”, agrega sobre las vivencias que tuvo con el peyote.

Asegura que “no es una droga” y “no es adictivo”, pues ella puede permanecer “tres meses” sin participar en los rituales, pero no aspira a que la SCJN avale su uso recreativo como ha hecho con la mariguana, porque ambas son “plantas de poder” a las que hay que tomar seriamente.

“No son peligrosas pero hay que respetarlas”, matiza, antes de manifestarse en contra de legalizar “abiertamente” el peyote por considerar que México no está “preparado” para semejante paso.

Tras aclarar que su colectivo “no va contra” ninguna religión, opina que detrás de la corriente internacional en favor de la legalización de la mariguana ve “un despertar de la conciencia” a nivel mundial y un debilitamiento de las religiones tradicionales.

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7 Responses to “Colectivo a favor del peyote sigue los pasos de la mariguana: reclama a la SCJN legalización”

  1. Juan dice:

    Un premio deberían dar a los consumidores de peyote, se necesitan pelotas bien puestas para comerlo. Sabe a mierda. Es casi imposible de tragar, se viene el vomito…

  2. Prole dice:

    Y mañana aparecerá otro colectivo en favor de las metanfetaminas, luego otro en favor del crack… Total que la libertad de meternos lo que nos da la gana va a justificar una generación de adictos que costarán al estado millones en salud. Igual ya no van a morir de balazos enfrentando al ejército (o igual si, siempre encontraremos algo prohibido que justifique acabarnos a balazos), van a morir en hospitales o víctimas de una sobredosis. El caso es que estaremos más jodidos y con más miedo. Ojalá me equivoque y como según las luminarias prodrogas la cosa mejore pero no lo creo honestamente. Y si, tampoco creo que la situación actual sea buena. La educación es lo único que sirve y en eso jamás van a invertir.

    • Anti prole ignorante dice:

      Pues ojalá los ciudadanos se pongan las pilas y se eduquen lo único que estoy de acuerdo es tu comentario de educacion, fuera de eso creo que eres un ignorante y si eres mexicano no conoces a tu pueblo ni su historia.

      Saludos

    • joan dice:

      pero vos que gilipollas e ignorante eres, se ve que no leiste y mucho menos comprendiste el fondo de la nota…
      Precisamente se trata el tema de como esta comunidad esta sufriendo los embates a sus rituales y sus conocimientos tradicionales milenarios por parte de unas leyes que ajenas a su contexto socio cultural y religioso han caido en la misma pelmazada que usted en acotar el tema a un problema de “drogas” y carcoticos desde el contexto occidental y ya si estan de buenas llamarles sustancias para recreacion , lo cual ninguna de estas dos expresiones se apega a la logica que vienen como ya mencione al contexto epistemico de estas comunidades que aqui menciona el texto . ..

      informate mas y di menos burradas !!

  3. Nuri dice:

    En mi humilde opinión, sería terrible que se legalizara la comercialización del peyote natural. Es una planta ritual, a la cual le lleva muchos años en madurar y crecer. Es una planta vulnerable. A diferencia de la marihuana que crece en cualquier lugar, el peyote necesita un entorno especial, y cuidados que llevan muchos años. Si hubiera un plan de siembra y cuidado a largo plazo, sería una buena opción para atender al consumo ritual de la planta. Aclaro que no es una planta que se pueda comer sin preparación, y educación especial. Si en la ingesta no está la dimensión de lo sagrado, es mejor no meterse con ella. Hay que ser cuidadosos con el híkuri.

    • joan dice:

      Asi es , no es lo mismo la maruriguana que el peyote, a demas que este ultimo tiene dentro del contexto simbolico indigena un estrecho vinculo con sus practicas rituales y por ende su cosmovision .

      el peyote tiene en efecto un proceso mas complejo como mencionas , ademas de que la explotacion de esta planta por parte del turismo que si bien llega a ser una entrada economica para los colonos no deja de ser rapaz, genera un foco rojo en la preservacion de dicha planta. Da lastima que por lo que leo no se aborde este tema desde un enfoque antropologico y solo se observe y se dictamine desde un enfoque legal lleno de prejuicios y punitivo con respecto al tema de las comunidades , su religiosidad y su contacto con la tierra.

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