Marx Arriaga planteó idea que ya ni Maduro: Jorge F. Hernández. Sí respondí, dice

Marx Arriaga planteó idea que ya ni Maduro: Jorge F. Hernández. Sí respondí, dice

Marx Arriaga planteó idea que ya ni Maduro: Jorge F. Hernández. Sí respondí, dice

10/08/2021 - 9:21 pm

El escritor Jorge F. Hernández habló en entrevista con SinEmbargo Al Aire sobre su cese como Agregado Cultural de la Embajada de México e indicó que, efectivamente, el artículo que escribió sí fue en respuesta a Marx Arriaga.

Ciudad de México, 10 de agosto (SinEmbargo).– El promotor cultural y escritor mexicano Jorge F. Hernández dijo que sí decidió responderle a Marx Arriaga, director de Materiales Educativos de la Secretaría de Educación Pública (SEP), por plantear ante promotores de la lectura una idea que ya no promueve ni Nicolás Maduro, Presidente de Venezuela.

“Intenté combatir el pésimo mensaje que dio a los promotores de lectura, que yo he sido varias invitado a contagiarles delirios y placeres para que contagien a los niños el placer de la lectura y sí me sorprendió que él más bien […] entre otras cosas, coló ese concepto fundamental del materialismo histórico de Marta​​ Harnecker, que ya no lo apuntala ni Nicolás Maduro, en donde sí, en resumidas cuentas, dijo que leer era producto del consumismo capitalista. Y dije, ‘no bueno ahora sí, perdón, pero yo quiero escribir algo en contra de este hombre’, sabiendo que me metía en un problema”, comentó F. Hernández en entrevista con Alejandro Páez Varela y Álvaro Delgado, conductores del programa “Los Periodistas” de SinEmbargo Al Aire.

Jorge F. Hernández fue cesado este fin de semana como Agregado Cultural de la Embajada de México en España por Enrique Márquez, director ejecutivo de Diplomacia Cultural de la Secretaría de Relaciones Exteriores, quien alegó, en un primer comunicado difundido por la cancillería mexicana, “comportamientos graves y poco dignos de una conducta institucional” del escritor. Poco después, la SRE compartió una segunda versión del documento en la que se eliminó la palabra “graves” y sólo se precisó que el cese fue por “comportamientos poco dignos de una conducta institucional”. 

El despido de Hernández generó un aluvión de críticas por parte de la comunidad cultural contra el Gobierno, sobre todo porque éste ocurrió a días de que Jorge F. Hernández escribiera un artículo en Milenio en el que criticó a Marx Arriaga por el mensaje que dio durante la conferencia “Formación de docentes lectores en la escuela normal”, en la que dijo que leer no debe ser un “acto individualista de goce”.

No obstante, Enrique Márquez aseguró en un tercer mensaje —sin los logotipos de Gobierno y plagados de errores— que el cese de Jorge F. Hernández no correspondía a “un acto de censura por los artículos y opiniones públicas”, sino “por un asunto ético en que el escritor se refirió en términos muy ofensivos y misóginos” hacia la Embajadora de España, María Carmen Oñate Muñoz, con quien el entonces Agregado Cultural se encontraba al momento de su despido.

“El Alcance traía erratas y entonces decía que no era por censura de ningún tipo sino que era por unos comentarios vertidos contra la Embajadora —que la tenía yo a lado—, que me acababa de dar un café, y misóginos. Dije, ‘no, esto ya’… porque ya con esto, qué le digo a mi mamá y a mi esposa y a mis mejores amigas que estuvieron presentes en la comida a la que se refiere este señor. Yo le informé de esa comida, es mi vida privada y, sin embargo, le informé que había ido a esa comida hace un mes en la Ciudad de México y de ninguna manera se hizo ningún comentario ofensivo, agresivo contra la Embajadora”, compartió en la entrevista con Los Periodistas.

Hernández dijo que al momento de escribir su artículo en Milenio, titulado “Por placer”, sabía que habría consecuencias, sobre todo por la cercanía de Marx Arriaga con la doctora Beatriz Gutiérrez Müller, esposa del Presidente Andrés Manuel López Obrador. “En un marasmo de tanta confusión y tanta mentira por supuesto que hasta yo y también la Embajadora nos quedamos pensando, entonces sí dolió lo que dije en contra de este señor Arriaga, y efectivamente yo sí sabía que es muy cercano a la no primera dama y yo sabía que me estaba exponiendo a un regaño”.

“Me tocó a mí el alto honor de ser denostado con una mentira y no explicar en realidad si es de mutuo propio o si es por quedar bien en Palacio o si es por quedar bien con el jefe, pero en realidad a todos nos echó a perder el fin de semana, pero el que salió ganando fui yo y la lectura y sí, en última instancia, yo seguiré partiendo una lanza por reconocer que incluso como funcionario público no tengo ninguna objeción, ninguna crítica al apoyo que se me dio de parte de la Embajadora”, comentó. 

El escritor y promotor cultural compartió además que al día de hoy no hay presupuesto en el Instituto Cultural de México en España del año 2021 e indicó que tanto él como el subdirector Jaime Viña pusieron de su bolsillo “para sufragar no pocos gastos”, que todavía le debemos a una institución española una cantidad de euros que se comprometieron, por palabra del doctor Márquez, hace más de un año.

“Todavía le debemos a una institución española una cantidad de euros que se comprometieron, por palabra del doctor Márquez, hace más de un año. Entonces, ahora sí voy a decir el milagro de haber rescatado la Biblioteca Octavio Paz, que la querían vender, primero por partes, lo cual es ilegal, y luego la querían regalar, y cuando llegué yo se rescató y la reinaguró el Canciller Marcelo Ebrard, cuando pasó por aquí 48 horas antes de la Línea 12”, refirió.

Jorge F. Hernández denunció que se quiso vender la Biblioteca Octavio Paz de Madrid. Foto: Twitter @FJorgeFHdz.

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—Alejandro Páez Varela (APV): Hemos invitado a Jorge F. Hernández a platicar sobre este episodio que se vivió en España. Agradecemos porque se está desvelando.

—Jorge F. Hernández (JFH): Muchas gracias a ustedes, yo me siento muy honrado de aparecer en un cártel que podría llenar la Plaza de Toros México. En realidad no me estoy desvelando, yo duermo muy poco y eso es gracias a que leo y trato de encontrar un humor a este dolor porque de lejos México duele mucho. No me estoy desvelando, son mis horarios.

—Álvaro Delgado (AD): ¿Qué pasó en estos días previos? ¿Es una represalia de la cancillería, yo digo, directamente, del Canciller Marcelo Ebrard en su contra?

—Jorge F. Hernández (JFH): No, no, no. El responsable de mi cese es el doctor Enrique Márquez y, de hecho, yo creo que metió en un brete a muchísimas personas de manera involuntaria.

Es decir, no creo que lo haya pensado como una jugada de ajedrez porque salió muy mal la jugada. No está claro por qué me cesó por teléfono desde el sábado. Hubo 27 llamadas telefónicas en donde no terminaba de decirme su preocupación o sus corajes o sus miedos y finalmente me informó que la decisión ya había sido tomada desde el día anterior, lo cual es falso porque en el momento en que me cesó telefónicamente, después le habló a la Embajadora para informarle.

La Embajadora no fue consultada para mi cese y luego, efectivamente, fíjate que estábamos juntos en la residencia apechugando el tema de ya se había hecho público con un comunicado lleno de erratas imperdonables, por ejemplo referirse a que yo dejaba de colaborar en la Embajada de España. Yo en la Embajada de España, lamentablemente, nunca he colaborado, yo colaboré en la Embajada de México en España.

Luego se equivocó en el segundo apellido de la Embajadora que lleva una carrera de más de 20 años en el Servicio Exterior Mexicano y que ya estuvo suave que la confundan con otro Oñates. A lo que voy, tanta miserable errata, yo que soy editor también, las detecto y las marco cada vez que las veo, nos tenía muy confundidos a la Embajadora y a mí, y al subdirector del Instituto Cultural de México cuando llegó el mensaje que el doctor Márquez tituló “Alcance”. Que creo que ese título no se usa desde tiempos de don Porfirio o de Zúñiga y Miranda, o de Susanito Peñafiel y Somellera.

El Alcance traía erratas y entonces decía que no era por censura de ningún tipo sino que era por unos comentarios vertidos contra la Embajadora —que la tenía yo a lado—, que me acababa de dar un café, y misóginos. Dije, ‘no, esto ya’… porque ya con esto, qué le digo a mi mamá y a mi esposa y a mis mejores amigas que estuvieron presentes en la comida a la que se refiere este señor. Yo le informé de esa comida, es mi vida privada y, sin embargo, le informé que había ido a esa comida hace un mes en la Ciudad de México y de ninguna manera se hizo ningún comentario ofensivo, agresivo contra la Embajadora.

Ahora bien, a quiénes hirió lastimosamente, involuntariamente. Al Canciller, al Presidente de la República, a su señora esposa, a la Embajadora, a quien se le debe una disculpa por usarla además de burladero. En términos taurinos, eso es misoginia. La agarró sin consultar y se la puso adelante como para decir ‘debido a que tú la insultaste, tú quedas cesado’. 

Entonces, al final de los lastimados fui yo, pero en realidad fui beneficiado. Ahora soy el paladín de la libre expresión, soy el portavoz de leer por placer. Porque yo sí creo que lo que no ha dicho debidamente, es que qué curioso que yo publiqué dos artículos la semana pasada, en los dos periódicos en los que colaboro desde hace 20 años, en uno escribí sobre Lionel Messi y ahí me aventé invitarlo a jugar en el Fútbol Club León. Metí en un problema a mi familia a mis primos, porque además a quién sacamos, ya lo he dicho yo en otras entrevistas, a quién sacas… qué bueno que ya se fue a París sí tienen a quién sacar para que entre él.

Y yo no creo que ese fue el motivo porque publiqué otro artículo, y lo sostengo, contra Marx Arriaga, que me la debe desde hace mucho tiempo. Ahorita les digo por qué

—AD: ¿Sí es entonces contra Marx Arriaga lo que tú escribes?

—JFH: Sí, por su puesto. Lo traté de hacer con mucha elegancia. Traté de no ser soez. Hace rato tuitee la frase completa de Jorge Ibargüengoitia y debo reconocer que muchas personas se sintieron ofendidas, pero es por homenajear a Ibargüengoitia y mientras no cambie el paradigma la única manera de mentarle la madre a alguien es así y si me permiten inaugurar, como hacen aquí en España, decir ‘me cago en tu padre’, también, pero eso todavía no se pone de moda en México.

Entonces, en el caso de Marx Arriaga, en ese artículo sólo dije una grosería y con gran elegancia, creo yo, intenté combatir el pésimo mensaje que dio a los promotores de lectura, que yo he sido varias invitado a contagiarles delirios y placeres para que contagien a los niños el placer de la lectura y sí me sorprendió que él más bien, negando la importancia de la mascarilla, negando la sanidad de la distancia entre nosotros, entre otras cosas, coló ese concepto fundamental del materialismo histórico de Marta​​ Harnecker, que ya no lo apuntala ni Nicolás Maduro, en donde sí, en resumidas cuentas, dijo que leer era producto del consumismo capitalista. Y dije, ‘no bueno ahora sí, perdón, pero yo quiero escribir algo en contra de este hombre’, sabiendo que me metía en un problema doble. 

Uno, no me alcanzaron los párrafos para darle de veras una buena lidia. Me la debe desde que era director de la biblioteca José Vasconcelos, Daniel Goldin, un hombre íntegro, un hombre de libros, un hombre que fomentó la lectura entre niños como pocos lo han hecho en el mundo con la colección A la orilla del viento, que sigue existiendo en el Fondo de Cultura Económica, y desde entonces yo quería decirle a Marx, o Marxisto si me lo permite con cariño, que así no se hacen las cosas y así no se llega a una biblioteca que había rescatado Daniel. Fracasó en la biblioteca y ahora con los libros de texto, con la revisión que está haciendo, está augurando una ideologización que a mí me provocó mi artículo.

Pero la segunda que me falta apuntalar, yo sabía desde un principio cuando acepté el cargo, que se esperaba de mí dejar de pensar críticamente, dejar de tener voz propia, dejar de tener sentido de común, y pues asumo mi responsabilidad.

—APV: A ver, Jorge, eso tiene dos coletazos, el primero es que estamos diciendo entonces que es imposible debatir, hasta donde yo me quedé esto es una democracia y tenemos que debatir, o sea si tú, Jorge F. Hernández, disientes de lo que dice Marx Arriaga estás en tu derecho de escribir lo que te venga en gana porque simple y sencillamente esto es una democracia y uno de los signos de la democracia es debatir. Lo segundo, ¿si sabes que tu posición va a jalar muchos adeptos? porque es un país polarizado y los adeptos que está jalando ahorita Jorge F. Hernández son del tamaño de Felipe Calderón y si a mí me retuitea, lo he dicho públicamente, lo bloqueó. ¿Estás consciente de eso, Jorge?

—JFH: No lo estaba porque yo no esperaba el alud, sobre todo muy positivo de personas que me leen, el alud de personas que fotografiaron mis libros asegurando que los han leído por placer y yo no estaba muy consciente de la ferocidad con las que las personas que no son muy demócratas quieren callarme o incluso insultarme, pero por supuesto que yo estaba dispuesto al debate, es más, a mí me gustaría mucho que la escuela de Marx Arriaga, es decir las personas que están con él, intenten de veras argumentar que ellos creen que van a favorecer el nivel de lectura en nuestros niños, jóvenes y de los adultos con esos senderos ya muy trillados que en realidad se aplican Pyongyang o en otros países en donde realmente no se vive una democracia. En democracia espero que a mi me contesten con argumentos, pero que también respeten que yo tengo una manera de defender la lectura por placer.

—AD: Marx Arriaga, en su cuenta de Twitter, sube justamente su ponencia y concluye, si se lee, en efecto no dijo que efectivamente leer era un lujo capitalista, que es el origen de esta polémica y de esta determinación que Jorge F. Hernández no puedo entender que la haya tomado un funcionario de medio nivel como es Márquez sin el aval de su jefe que es el Canciller, salvo que la instrucción la haya recibido de la Presidencia de la República.

—JFH: Pues eso es lo que no sabemos y no quedó aclarado hoy que firmé la finalización de mi contrato, es decir, hasta hoy oficialmente fue. Fue una mentira que el sábado me dijo ‘esto ya corre efecto desde el día de ayer, viernes’. Y dije, ‘pues bueno, entonces no hay nada que hacer’. Y más cuando la Embajadora y yo vimos el comunicado, cosa que tampoco se acostumbra en Relaciones Exteriores. De qué otro funcionario han visto que le dan ese alto honor, ¿a Ricardo Valero cuando regresó de Buenos Aires todavía buscando una camisita en la tienda del Aeropuerto? ¿A poco a él le dedicaron también? No. 

Me tocó a mí el alto honor de ser denostado con una mentira y no explicar en realidad si es de mutuo propio o si es por quedar bien en Palacio o si es por quedar bien con el jefe, pero en realidad a todos nos echó a perder el fin de semana, pero el que salió ganando fui yo y la lectura y sí, en última instancia, yo seguiré partiendo una lanza por reconocer que incluso como funcionario público no tengo ninguna objeción, ninguna crítica al apoyo que se me dio de parte de la Embajadora. 

Y ahora sí, me tengo que poner a escribir un libro donde el público se entere que al día de hoy no hay presupuesto en el Instituto Cultural de México en España del año 2021 y estamos en agosto. Que tanto el subdirector como yo pusimos de nuestro bolsillo para sufragar no pocos gastos, que todavía le debemos a una institución española una cantidad de euros que se comprometieron, por palabra del doctor Márquez, hace más de un año.

Entonces, ahora sí voy a decir el milagro de haber rescatado la Biblioteca Octavio Paz, que la querían vender, primero por partes, lo cual es ilegal, y luego la querían regalar, y cuando llegué yo se rescató y la reinaguró el Canciller Marcelo Ebrard, cuando pasó por aquí 48 horas antes de la Línea 12.

En un marasmo de tanta confusión y tanta mentira por supuesto que hasta yo y también la Embajadora nos quedamos pensando, entonces sí dolió lo que dije en contra de este señor Arriaga, y efectivamente yo sí sabía que es muy cercano a la no primera dama y yo sabía que me estaba exponiendo a un regaño. Me pasó en la prepa, me pasó con mi tío Fito en una comida de la familia en la preadolescencia y ahora me pasó en la chamba que yo ya sabía. 

Y precisamente noto, eso tampoco lo había sopesado, que la ira en la saliva de tantos compatriotas pues los lleva, por ejemplo, a criticarme por el salario que recibí en esta época. Yo no fijé el salario y si lo hubiera fijado sería más o menos como el de Messi o el de José Tomás. Yo no pedí las vacaciones que mencionan en el cese. Me las están dando para que yo me pare ahí, para que yo no hable con la prensa. Pero cómo yo no voy a hablar con la prensa si yo los veo y los leo a ustedes y a muchos colegas porque yo sí sé quiénes son periodistas, yo no, yo escribo prosa, normalmente lunática o enloquecida que se publica en periódicos, pero eso no es ser periodista y aquí en España me lo han reconocido con aplausos cuando a los compañeros de El País o a otros medios españoles les digo, ojo, periodista mexicano es el que se juega la vida porque vergonzosamente llevamos el palmarés de lo más perseguidos y los más muertos por ejercer ese oficio. La mañanera de hoy lo confirmó.

—APV: Jorge, me regreso al punto porque aquí hay un tema que es importante porque si a ti te despiden de mala manera, si estaba la Embajadora sentada contigo y ella se sorprende del texto y hay un run run desde horas antes en el sentido de que tu artículo había sido respuesta a un funcionario cercano a Palacio Nacional, entonces reduces a Márquez a un simple emisario de la intolerancia o emisario de quién.

—JFH: Exacto, justo ese fue el problema de asumirse como emisario, es decir, publicar y firmar, por ejemplo, hacer hincapié de que es doctor y escribe la palabra completa doctor, cosa que ya no se usa sino la abreviatura, y luego ese juego de mayúsculas y minúsculas, pero en fin, a lo que voy es que si se asumió así por qué no dice desde un principio la razón última, que a mí no me la comunicó verbalmente.

A parte quiero que el público se entere y que ustedes anoten como periodistas que esto sucedió en el siglo XXI, es decir, no fue que haya llegado el papel del Alcance, él ya estaba en su teléfono y yo en el mío porque presentíamos que estaba en ebullición y se estaba armando ya un atraco, se estaba armando un lío, se estaba saliendo todo de contexto, ya se hablaba incluso de mi gordura, de mi metrosexualidad, que en realidad es kilometrosexualidad el término adecuado, y entonces fue en pantalla cuando vimos el subdirector Jaime Viña, la Excelentísima Embajadora María Carmen Oñate y yo, vimos la hoja electrónica y entonces en primer lugar me dieron ganas de disculparme con ella, pero yo no era el que tenía que disculparse; en segundo lugar esperábamos que viniera una llamada telefónica explicando por qué se subió eso a las redes, por qué se soltó así en domingo cuando lo que en realidad no se había hecho, como dicen los abogados, el debido proceso

Hasta hoy llegó el papel, que ya firmé, y ahí no se dice que haya sido por misógino…

—APV: Es muy raro que se caiga una transmisión, pero sucedió hoy en medio de la entrevista con Jorge F. Hernández, afortunadamente hemos logrado medianamente desentrañar porque yo todavía tengo muchas dudas de qué es lo que ha sucedido, por qué este despido que no tiene sentido, me suena a que alguien por ahí cometió la tontería de dar un manotazo en el escritorio, de decir manden a alguien a que lo corra. Uno de los comunicados ni siquiera tenía sellos oficiales, también noté prisa en la redacción, estaba mal escrito, de un burócrata, no de alguien que se dice escritor porque entiendo que el señor Márquez es también escritor, ha escrito algunos libros. Lo sentí apurado, apresurado, no razonado, así lo sentí, Jorge, sobre todo porque Jorge ha sido un promotor de la cultura y de lo mexicano durante mucho tiempo. Ningún escritor está al servicio de nadie nunca y ese será siempre un error de quien lo piense y Jorge no está al servicio de nadie. En este caso era Jorge F. Hernández defendiendo la lectura, simple, así.

Nos quedamos en medio de la explicación, después de que sucedió este problema que no sucede, pero hoy sucedió. Yo te preguntaba, ¿alguien hizo berrinche, alguien dio un manotazo o qué pasó?

—JFH: Más bien el que tiene que disculparse soy yo porque a lo mejor fui yo el que provoqué el cese temporal por mi antojo de una buena gringa y agua de jamaica y poder estar ahí con ustedes abrazándolos. Mira, yo creo que hubo tanta confusión que por eso se presta a ver coincidencias, y las coincidencias son, por un lado lo que publiqué el jueves que fue en Milenio, la columna se llama “Por Placer”, y por otro lado a que yo ingenuamente pensé hace dos años y medio que cuando se me invitó, uno acepta estas cosas pensando en que representas al Estado mexicano, representas a la cultura de México y la tratas de mantener en alto, que es lo único que se ha mantenido de manera intachable en la Península, gracias al Instituto Cultural de México, a las cinco personas con las que colaboré, pero también al apoyo de la Embajadora; pero luego dos años después te enteras que en realidad no hay claramente una separación entre el Estado y el Gobierno.

A los españoles les queda clarísimo que el Gobierno es una cosa, pero el Estado no se toca, es inamovible, el Estado es el rey, la bandera, el himno que no tiene letra, a lo mejor la selección española de futbol cuando ganan, si es que ganan, pero del Gobierno siempre se han pitorreado de él desde que entraron en democracia, pero en México tenemos esa esquizofrenia, ese problema, tenemos muchos problemas, incluso como decía Ibargüengoitia, cantamos el himno mexicano al grito de “gueerra”, y eso es por tratar que no se nos escape la música. 

Yo también asumí el cargo tratando de seguir la estela de Alfonso Reyes y de Amado Nervo y pensé en Octavio Paz en el 68, y pensé en Carlos Fuentes cuando el oprobio de nombrar a Díaz Ordaz de Embajador en España, y a ellos no les hicieron el escandalito que me tocó a mí porque no había Twitter, pero ya me imagino la que les hubiera caído a ellos y finalmente sacar provecho, que es que mis hijos me acompañaran a recoger mis cosas, salimos con un huacal, literalmente, huacal mexicano, donde venían unos cacahuates japoneses que me trajeron la semana pasada y que no me había terminado, mi bandera de México, que es la mía, y unas fotografías y cuadritos, que yo hago dibujitos.

Cuando estábamos esperando a que pasara el taxi un hombre pasó y sentí que me reconocía, al principio pensé que me confundía con George Clooney, que suele ser muy común, pero yo creo que me reconoció por tanto rollo en las redes y me saludó, y dije, “bueno”, hay más personas de las que yo creía que me leen, hay más personas de las que yo pensaba que leen por placer y que identifican las mentiras y que están dispuestos a hablar, a dar su voz, a dar su voto, y en ese sentido el fin de semana fue bueno, en el fondo, para la gente de bien, para los que quieren ser buenos.

APV: Jorge F. Hernández, muchas gracias por haber aceptado esta entrevista.

JFH: Gracias a ustedes y los espero aquí en Madrid, todavía no se confirma si voy a llenar una vacante que quedó en el club Barcelona, pero ya saben que ando buscando chamba, y si no voy a estar en la Plaza de Toros en las ventas de monosabio, nunca mejor dicho, y seguiré escribiendo, leyendo y dibujando, y sobre todo, tratando de honrar el inmenso papel que hacen los periodistas como ustedes y les agradezco que me hayan concedido este espacio.