Los fondos son destinados a proyectos que ayudan a mejorar la vida de los paquidermos salvajes y domesticados de Tailandia. El año pasado parte de lo recaudado fue destinado a un proyecto que utiliza elefantes como terapia para asistir a niños autistas.
Ciudad de México, 8 de marzo (SinEmbargo).- Un total de 20 elefantes participan en la 16 edición de la Polo King’s Cup Elephant (Copa del Rey de Polo con elefantes), en Bangkok, Tailandia, un evento anual cuya recaudación se destina a diversas organizaciones que se dedican a proteger a los paquidermos.
Ex jugadores de rugby, modelos, filántropos y representantes de marcas exclusivas, se suben a los lomos de los animales para conformar parte de la decena de equipos que disputa la competición. El nivel de reto del juego incrementa debido al tamaño de los animales, que obliga al jugador a estar a gran distancia del suelo.
Durante el evento, hay enormes banquetes de fruta para los animales. Estos son rescatados de la calle y centros turísticos en Tailandia por la fundación Triángulo de Oro y, antes de la competencia, son bendecidos por monjes budistas.
También cuentan con un equipo de veterinarios especializados en este gran mamífero, los cuales miman a los elefantes antes del pitido inicial y durante los partidos observan a los animales que se turnan para descansar. Varios prefieren observar el juego desde lejos para no sufrir un percance con los enormes paquidermos.
Cada equipo pone en juego a tres elefantes montados por un guía o mahout y el jugador que golpea la pelota utilizando tacos de más de dos metros de longitud. A comparación del polo en caballo, el ritmo de juego es más lento. Incluso a veces, cuando finalmente el animal se mueve, el juego ha cambiado totalmente.
Durante la celebración del campeonato, centenares de niños de colegios locales se acercan a las instalaciones donde mediante juegos y pruebas aprenden la importancia de conservar el medio ambiente y a los paquidermos.
El torneo se ha convertido en uno de los eventos de caridad más importantes del Sudeste Asiático. Los fondos son destinados a proyectos que ayudan a mejorar la vida de los paquidermos salvajes y domesticados de Tailandia. El año pasado parte de lo recaudado fue destinado a un proyecto que utiliza elefantes como terapia para asistir a niños autistas.
A raíz de que Tailandia prohibiera casi por completo la tala de árboles, en 1989, los elefantes que trabajaban en el arrastre de troncos fueron a parar en su mayoría a manos de personas que explotan a los paquidermos en espectáculos turísticos.
Se cree que el polo sobre elefantes comenzó a principios del siglo XX en la India dentro del palacio donde un marajá tenía a su harén, aunque la versión moderna nació en 1982 en Nepal gracias a la colaboración entre un ex olímpico escocés, James Manclark, y Jim Edwards, quien regía un negocio hotelero en el país del Himalaya.
—Con información de EFE