La Secretaria del Trabajo, Luisa María Alcalde, indicó que ninguna de las cuatro controversias que Estados Unidos llevó al Mecanismo Laboral del T-MEC tuvo que llegar a un panel binacional pues en General Motor y Tridomex las disputas están concluidas. En el caso de Panasonic, dijo, está a punto de llegarse a un acuerdo, mientras que el único asunto que falta por resolver es el de Teksid.
Ciudad de México, 4 de julio (SinEmbargo).- Ante las cuatro quejas por presuntas violaciones a los derechos de organizaciones sindicales en el país que Estados Unidos ha llevado al Mecanismo Laboral de Respuesta Rápida previsto en el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), ninguna ha sido objeto de sanción, explicaron Luisa María Alcalde, Secretaria del Trabajo, y Tatiana Clouthier, Secretaria de Economía.
«Se han presentado cuatro casos, en ninguno de estos casos ha habido sanciones […] Finalmente lo que se ha logrado en dos casos que se han resuelto y en uno que fue rechazado por México sin considerar que hubiera violaciones, se ha llegado lograr a planes de reparación», indicaron las integrantes del gabinete federal en entrevista con Álvaro Delgado y Alejandro Páez en el programa Los Periodistas que se transmite por YouTube a través del canal de SinEmbargo Al Aire.
Ante esta situación, Luisa María Alcalde indicó que ninguna de las cuatro controversias impulsadas por Estados Unidos tuvo que llegar a un panel binacional pues en General Motor y Tridomex las disputas están concluidas. En el caso de Panasonic está a punto de llegarse a un acuerdo, mientras que el único asunto que falta por resolver es el de Teksid.
«General Motor y Tridomex están totalmente concluidos, Panasonic está muy próximo para darse por concluido y únicamente restaría Teksid. Insisto que ninguno llegó a panel esto es muy importante porque no es que haya habido una resolución, lo que hubo es previo al panel, el gobierno que recibe la queja hace un análisis y puede proponer la construcción de un plan de reparación, que si el otro estado, es ente caso Estados Unidos está de acuerdo, se da por concluido, se da carpetazo y se cierra el asunto».
El presente año ha estado marcado por los triunfos de los sindicatos de trabajadores sobre la antigua Confederación de Trabajadores de México (CTM). Los trabajadores de una fábrica de ensamblaje operada por una empresa estadounidense en la ciudad de Matamoros, en la frontera con Estados Unidos, votaron por abrumadora mayoría a favor de que un sindicato independiente los represente.
El resultado de la votación en la planta de autopartes Tridonex marcó una importante victoria contra los sindicatos antidemocráticos de la vieja guardia que durante mucho tiempo han mantenido los salarios en los niveles más bajos en México.
El pasado mes de abril, el Centro Federal de Conciliación y Registro Laboral de la Secretaría del Trabajo y Protección (STPS) anunció que los trabajadores de la planta de Panasonic en Reynosa, Tamaulipas escogieron un nuevo sindicato independiente en vez de la Confederación de Trabajadores de México.
A pesar de que los empleados de la planta votaron en abril para unirse a un sindicato independiente, la empresa sigue trabajando con el antiguo sindicato.
Finalmente, el 1 de junio, el Gobierno de México anunció revisar una queja laboral presentada por Estados Unidos de acuerdo a las disposiciones del T-MEC.
En mayo, Sinttia, sindicato de una planta de ensamblaje de General Motors en la localidad de Silao, llegó a un acuerdo para un nuevo contrato colectivo de trabajo con la empresa que, según dice, mejora las condiciones de los trabajadores, una exigencia del acuerdo de libre comercio entre Estados Unidos, México y Canadá, el T-MEC.
Sinttia dijo en un comunicado que el nuevo contrato “mejora las condiciones laborales” en todos los sentidos, incluyendo aumentos salariales por encima de la inflación y otros beneficios.
Finalmente, Estados Unidos interpuso el pasado 6 de junio su cuarta queja laboral por presuntas violaciones a los derechos de organización sindical en México.
La Oficina del Representante Comercial de Estados Unidos indicó que la queja más reciente involucra una disputa sobre representación sindical en la planta de autopartes de Teksid Hierro en el norte de México.
El Sindicato Nacional de Trabajadores Mineros, Metalúrgicos, Siderúrgicos y Similares de la República Mexicana —uno de los más combativos del país— intenta reemplazar a un sindicato de la vieja guardia en la planta.
Como parte de la aprobación del T-MEC, México aprobó reformas laborales en las que se especificó que las elecciones sindicales se realizarían mediante votos secretos, y que los empleados en todas las fábricas del país podían votar para decidir si conservar su sindicato actual o no.
Sin embargo, la implementación de dichas reformas ha encontrado oposición en las uniones de la vieja guardia que están afiliadas a la CTM, que en algún momento sirvió como una rama del gobierno para mantener la paz laboral y los salarios bajos.
El T-MEC contiene garantías laborales más sólidas que su predecesor, el TLCAN. El nuevo pacto le permite a un panel determinar si México ejerce las leyes laborales que les permiten a los trabajadores elegir su sindicato y votar sobre líderes sindicales y contratos.
En caso que se descubriera que México no cumple con sus leyes, podría haber sanciones como prohibir el ingreso de productos y artículos a Estados Unidos.
Ante esta situación, la Secretaria de Economía Tatiana Clouthier aseguró que su labor es darle seguimiento al cumplimento del T-MEC y ponerle especial atención a la parte laboral.
«La parte laboral no se viene a cambiar en este país por el T-MEC, el Presidente de la República ha sido un convencido de que todo lo laboral tenía cambiar y mejorar y antes de que reafirmáramos este T-Mec ya había una reforma laboral en donde hablaba de dos cosas importantes, la libertad sindical y el tema de mejorar las condiciones laborales de los trabajadores y las trabajadoras».
La Secretaria del trabajo indicó a su vez que en la actualidad los acuerdos ya no pueden ser solo comerciales, pues se debe procurar proteger los derechos de las y los trabajadores.
«Yo creo que la Secretaría de economía, lo reconozco, muy propositiva y junto con nosotros hemos logrado que haya un ambiente de armonía en la democracia sindical para que no haya un mayor número de quejas, porque tampoco es un asunto que no se presenten quejas, es que las empresas vayan adoptando cada vez más una cultura de respeto a la democracia sindical, no por no caer en una queja internacional, sino por dar cumplimento también a nuestras leyes internar y a nuestra propia Constitución».