«Él [expresidente Felipe Calderón] recibió mucha de la fortuna que tiene ahora, que gozan él y su familia del narcotráfico ¿y quién lo juzga?», dijo en entrevista “La Reina del Pacífico”, también cuestionó por qué al exmandatario no es investigado al igual que Genaro García Luna, detenido en Estados Unidos.
Ciudad de México, 2 de agosto (SinEmbargo).– Sandra Ávila Beltrán, conocida como “La Reina del Pacífico”, acusó al expresidente Felipe Calderón Hinojosa de colaborar con grupos del narcotráfico durante su Gobierno, también lamentó que no ha sido juzgado por ello.
“Fui la primera persona que él detuvo en su sexenio y me fabricó un delito para poder sentirse un buen Presidente o buen mexicano cuando él colaboraba con cárteles mexicanos, donde él recibió mucha de la fortuna que tiene ahora, que gozan él y su familia del narcotráfico ¿y quién lo juzga?”, expuso en entrevista con el youtuber “Doble G”.
Sandra Ávila insistió que fue acusada de delitos que no cometió. La mujer abandonó las instalaciones del Centro Federal de Readaptación Social número 4, en Tepic, Nayarit, la noche del 7 de febrero de 2015, luego de que el Segundo Tribunal Unitario del Tercer Circuito revocó su sentencia de cinco años de cárcel, además de mil días de multa, que con anterioridad un Juez federal en Jalisco había dictado en su contra por el delito de operaciones con recursos de procedencia ilícita.
Durante varios años fue un objetivo de la justicia de México y Estados Unidos, cuyas autoridades buscaron vincularla al narcotráfico, una acusación que no prosperó en tribunales, pese a los señalamientos y a la implementación de un operativo denominado Macel, como reseñó el periodista Julio Scherer García, en su libro La Reina del Pacífico: es la hora de contar.
Ahora, años después, Sandra Ávila envió un mensaje al expresidente Felipe Calderón (2006-2012). En la entrevista difundida ayer en YouTube opinó que ese sexenio ha sido el más cruel para México.
«Quiero decirle muy especialmente al expresidente Felipe Calderón que su sexenio es el más cruel y fatal que ha tenido México; un sexenio sangriento, donde, no lo digo yo, lo dicen los estadísticas, ha sido el sexenio donde hubo más violaciones a los derechos humanos y a la ley. Donde fui su chivo expiatorio», dijo.
La mujer, quien recientemente decidió crear contenido para redes sociales, también opinó que al igual que Genaro García Luna, el exsecretario de Seguridad Pública investigado en Estados Unidos por presuntos vínculos con el narcotráfico, Calderón Hinojosa tendría que ser juzgado.
«¿Por qué García Luna es enjuiciado y Calderón no, si era jefe de García Luna”, comentó.
Ávila Beltrán fue procesada por los delitos de delincuencia organizada y lavado de dinero, y aunque a finales del 2010 fue absuelta por el Juzgado 18 de Distrito de Procedimiento Penales Federales en el entonces Distrito Federal, fue retenida ya que había una orden de extradición en su contra por parte de autoridades estadounidenses, lo que fue aprovechado por el Ministerio Público de la Federación, que bajo las mismas acusaciones, solicitó una orden de aprehensión en contra de Ávila Beltrán, misma que concedió un Juez federal en Jalisco el 15 de febrero de 2011.
Aunque la orden de aprehensión se cumplimentó ocho días después, el 23 de febrero del mismo año, el procedimiento contra “La Reina del Pacífico” se suspendió luego de que en agosto de 2012, la mujer fue extraditada a Estados Unidos, en donde se le acusó de delitos relacionados con el tráfico de cocaína, y tras ser juzgada en la Corte Federal para el Distrito Sur de Florida, el 25 de julio de 2013, fue declarada culpable y condenada a 70 meses de prisión.
Habían pasado sólo dos semanas desde que se dictó sentencia contra Ávila Beltrán cuando el 7 de agosto, un Juez de Distrito de Procesos Penales Federales en Jalisco dictó orden para volver a detenerla, por lo que 13 días después, el 20 de agosto, fue repatriada a México y recluida en el Centro Federal de Readaptación Social ubicado en Nayarit para continuar el proceso penal que había en su contra, del que más tarde fue absuelta.
CALDERÓN Y «LA REINA»
Sandra Ávila Beltrán tiene 61 años. Tiene Tik Tok, Instagram y Facebook donde habla sobre todo de belleza. Apenas este año decidió mostrarse en público después de un largo periodo privada de la libertad y algunos pensaron que se trataba del robo de su imagen hasta que ella misma dijo: “Sí soy yo, para todas las personas que preguntan si soy la verdadera, la real”.
Ávila Beltran es una mujer muy mediática. Es familia de Miguel Ángel Félix Gallardo y eso operó a favor y en contra para ella. Ha estado detenida en Estados Unidos y en México, donde incluso dio una entrevista a Julio Scherer García, el mítico periodista de Proceso.
Desde hace años en las redes sociales hay varias cuentas que usurpan su nombre. Se publican fotos de aquí y de allá, de sus distintos momentos que no siempre fueron buenos. Sus nexos con cabecillas del crimen organizado la llevaron a prisión y a juicios largos, sobre todo en los últimos 20 años. “Esta es la única cuenta real, manejada personalmente por mí”, dijo en Tik Tok apenas apareció. Y luego ha venido publicando otras imágenes exclusivas con la idea de que se sepa que es la misma detenida el 28 de febrero de 2007 junto con Juan Diego Espinosa.
Felipe Calderón Hinojosa la acusó, sin ser juzgada todavía, al calor de su guerra contra las drogas. En los hechos, fue una condena que destruyó su vida porque no cumplió una condena por las acusaciones que directamente le hizo el entonces Presidente. El 3 de octubre de 2007, apenas unos días después de que fuera detenida (28 de septiembre de ese mismo año), Calderón la presumió como trofeo de guerra. Como a muchos otros.
Ese día 3 de octubre, Calderón dijo: “El viernes pasado fueron detenidos, entre muchos que se han detenido este año, la verdad ya perdí la cuenta, dos de los delincuentes más peligrosos y de los más importantes de América Latina. Una es la famosa ‘Reina del Pacífico, o del Sur’, Sandra Ávila Beltrán, y otro es un colombiano, Juan Diego Espinosa Martínez’”.
Ella todavía no llegaba a un juzgado cuando el Presidente de México la puso a niveles de Pablo Escobar o de Ismael “El Mayo” Zambada. “Con la detención de esos dos personajes estamos desmantelando un vínculo para pasar cocaína desde Colombia hasta México”.
El mismo Julio Scherer criticó a Calderón Hinojosa por violar su derecho a un proceso justo, y Miguel Ángel Granados Chapa escribió: “Al emitir así un dictamen que se basaba sólo en información sesgada de sus colaboradores, el Presidente de la República actuaba según la pauta establecida por la Procuraduría General de la República o, con aún mayor énfasis, por la Secretaría de Seguridad Pública, de la que depende la Policía Federal. El veredicto presidencial fue no sólo ilegal y apresurado, sino erróneo”.
Ávila Beltrán quedó absuelta de los delitos por los cuales se le encausó a partir de octubre de 2007, poco después de su detención. “Los jueces no hallaron sólida la acusación de narcotráfico, delincuencia organizada y ‘lavado’ de dinero que se le imputaron. En rigor tendría que haber sido puesta en libertad”, dijo Granados Chapa. ‘Pero se la mantuvo en prisión porque está abierta otra causa penal en que es protagonista, la relativa a un pedido de extradición proveniente de la justicia norteamericana”.
Espinosa Martínez, el presunto traficante colombiano apodado “El Tigre” detenido junto a Ávila Beltrán, fue también absuelto. La justicia norteamericana lo reclamó y fue extraditado el 3 de enero de 2009. En Estados Unidos se le sentenció ya a seis años de prisión.
Scherer cuenta en su libro Historias de muerte y corrupción que Calderón hizo un profundo daño a Sandra Ávila violentando el Estado de derecho “en su propia esencia”.
“Fui conociendo –escribió el periodista– los estragos que en su ánimo habían causado las palabras condenatorias del Presidente de la República. Sostenía Sandra Ávila que nunca podría perdonarle el aplastamiento cometido con ella”.