México, 2 mar (EFE).- México enfrenta una «gran incógnita» social al no saber bien en qué tipo de adultos se convertirán los niños que hoy son educados de forma «permisiva» y desde la cultura del «mínimo esfuerzo», declaró hoy a Efe un especialista en temas de familia.
En entrevista telefónica a propósito de la celebración del Día de la Familia, que se celebra hoy en este país, el psicólogo Juan Pablo Arredondo afirma que las familias de su país «están cambiando en todos los sentidos», en buena medida por «la modificación en los roles» entre varones y mujeres.
Los primeros, habituales figuras de autoridad en la casa, han sido reemplazados por las mujeres, que dominan la toma de decisiones educativas sobre los hijos.
El giro es copernicano. Si en el pasado los varones «eran los ogros» de la casa, ahora se han convertido en figuras «permisivas».
Frente a ellos la madre mexicana actual «es la bruja, la mala del cuento» y quien debe resolver los principales asuntos que tienen que ver con la educación de los niños.
Datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) llaman la atención sobre el hecho de que en el país las mujeres solas encabezan ya el 84 % de los hogares monoparentales del país, que siguen creciendo y representan ya el 18,5 % de todos los que hay.
Para Arredondo, autor de «Separación y divorcio. Cómo no afectar a tus hijos» (Vergara, 2014), gran parte de este cambio tiene que ver con que en pocos años la educación en México ha pasado de ser «totalmente vertical» y girar en torno a «familias muy patriarcales», a ser «abierta, muy permisiva» y «muy libre».
Como mayores problemas educativos detecta dos, «la íntima por no decir nula, tolerancia a la frustración de nuestros hijos», que se refleja en el 80-90 % de las consultas que recibe, y una «terrible falta de autoridad de los padres», con familias donde «los niños mandan más que los papás».
Otro elemento que complica saber cómo será el futuro de México es la violencia que ha golpeado en los últimos años a miles de familias que fueron víctimas de la violencia criminal entre algunos de sus miembros.
«Lo que se vive, oye, lo que se percibe en el entorno, son elementos generadores de conflictos en las familias y en los niños», explica Arredondo.
«Aquí la violencia que se vive lo que provoca son como dos cosas: la cuestión de la ansiedad, el miedo, la inseguridad, y por otro lado, una tendencia horrible, muy desafortunada, a que los mismos chavos, instalados en cultura de la inmediatez y en el menor esfuerzo, empiecen a ver opciones ilegales, indeseables, y de violencia, como parte de un funcionamiento de vida», señala.
Con todo, el experto no es un pesimista, cree que la situación es «reconstruible con mucho trabajo» y percibe que los progenitores ya están «hartos de niños descontrolados» y tienen «una conciencia mayor de que las cosas como están no están bien, de que la sociedad actual no está padre (bien)».
Arredondo cree que es el momento de potenciar una «paternidad responsable» y de ese modo empezar a tener «mejores hijos», a partir de ello, «mejores ciudadanos», un «mejor país» y quizás un «mejor mundo».
Con 25 años de trayectoria en Psicología para niños, adolescentes y adultos Arredondo es autor de otros tres libros sobre dinámica familiar desde distintos aspectos titulados «Límites y berrinches», «Hablemos de sexo con los niños» y «Adolescencia, cómo entender a tu hijo».