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Este viernes llegó a Netflix el volumen 2 de la cuarta temporada de Stranger Things; en la nueva tanda de episodios resalta una canción de la banda Metallica interpretada por uno de los nuevos personajes de la serie.
MADRID, 1 de julio (EuropaPress).- Al igual que el primer volumen de la cuarta entrega de Stranger Things revivió el tema pop «Running Up That Hill» de Kate Bush, el nuevo volumen, disponible en Netflix desde el 1 de julio, ha rescatado del baúl de los 80 otra icónica canción. En este caso, es Eddie, uno de los nuevos fichajes de la ficción sobrenatural, quien con un solo de guitarra interpreta «Master of Puppets» de la legendaria banda Metallica.
Durante el noveno y último episodio de la cuarta temporada de Stranger Things, el líder de Hellfire Club es el encargado de atraer a los demomurciélagos que custodian la Mansión Creel en el Upside Down para dejarle vía libre a Nancy, Steve y Robin en su enfrentamiento contra Vecna.
Para llamar la atención de las bestias aladas, Eddie empuña su guitarra eléctrica, se sube a lo alto de su casa y toca este tema tan mítico de Metallica.
La legendaria banda de thrash metal de Los Ángeles, incluyó la canción en su álbum homónimo de 1986. En la composición del tema participaron todos los componentes del grupo: James Hetfield (guitarra y voz), Lars Ulrich (batería), Kirk Hammett (guitarra) y Cliff Burton (bajo), quien falleció a los 24 años durante la gira europea del disco y cuyo lugar ocupó Jason Newsted, que años después sería sustituido por Robert Trujillo.
«Master of Puppets» fue el tercer álbum de estudio de Metallica, y el primer disco de oro que alcanzaron tras vender 500 mil copias en Estados Unidos. En la actualidad ya suma más de 6 millones de unidades solo en ese país. La canción que le da título es la tercera más reproducida del grupo en Spotify con 423 millones de escuchas, solo por detrás «Enter Sandman» y la popular balada «Nothing Else Matters», ambas del «Black Album».
El tema, el más interpretado por la banda en sus directos, es un alegoría sobre las drogas y cómo estas sustancias, y la dependencia de las misas, controlan el cuerpo de sus consumidores como si fueran una marionetas y del proceso de autodestrucción que desatan las adicciones. «Es una canción que trata básicamente sobre las drogas, sobre como se cambian los papeles y en lugar de controlar tú lo que consumes y lo que haces, cómo son las drogas te controlan a ti», reflexionó Hetflield.